sábado, 20 de marzo de 2010

La refinería

E

rase que se era un inquilino de Los Pinos que cada que se le complicaba el panorama, y se le complicaba seguido, anunciaba la construcción de una enorme refinería petrolera, con multimillonaria inversión –dineros que presumía tener–, enorme capacidad de producción –que reduciría la dependencia externa–, que generaría varios miles de empleos directos y se adornaría con muchísimos metros de listón azul para cortar el día de la magna inauguración –lo que no sucedería durante su estandía en la residencia oficial– con sus relucientes tijeras, que hasta ahora sólo utiliza para recortar el presupuesto federal. Y fue tal el gozo que en él provocó este discurso, que lo repitió y repitió en todos los aniversarios de la expropiación petrolera, y en uno que otro programa económico anticíclico, sin importarle el insignificante detalle de que a la fecha ni un sólo ladrillo de la mega obra se ha colocado.

Y para no variar, el pasado jueves Felipe Calderón repitió el discurso en el 72 aniversario de la expropiación petrolera, el tercero al hilo en el que anuncia, con la misma clientela de Carlos Romero Deschamps, que la refinería del cuento se sigue proyectando, porque hay que evitar los errores de planeación, estimación de costos y ejecución en tiempo, en que se ha incurrido en el pasado y que han sido caros, muy, muy caros para Pemex, y muy, muy caros para todos los mexicanos, tan onerosos como posponer y posponer la construcción de una obra que no sólo es urgente, sino de seguridad nacional, porque la más chamaca de las refinerías existentes en el país se inauguró en 1979.

Eso sí, por recursos no para, y para demostrarlo el propio Calderón repitió lo que Pemex notificó cinco meses atrás: el gobierno federal ya ha presupuestado y tiene listos 5 mil millones de pesos (la obra costaría no menos de 130 mil millones) para poder arrancar el proyecto este mismo año, es decir, un monto equivalente a tan sólo el 3 por ciento del costo total estimado de la obra (a precios actuales), que no alcanza ni para comprar los primeros tornillos, de tal suerte que en el mejor de los casos será en 2011 –siempre y cuando concluyan laplaneación– cuando se coloque el primer ladrillo de la obra, si es algún día lo colocan.

Así, del cuento de la lechera pasó al cuento de la refinería, y el siguiente es un recuento de los cuatro anuncios que sobre la misma obra ha hecho el inquilino de Los Pinos:

Primer acto, 18 de marzo de 2008, Paraíso, Tabasco: “México registra una creciente y peligrosa dependencia del exterior en materia de petrolíferos y es urgente tomar acciones (por lo que) en este momento giro instrucciones a la secretaria de Energía y al director general de Pemex para que, sin dilación, inicien los estudios y analicen la factibilidad técnica, financiera y logística que nos permita construir una nueva refinería en el territorio nacional (…) con el fin de disminuir nuestra dependencia energética del exterior. Iniciar los trabajos que nos permitan contar en el futuro cercano con esta nueva refinería, es una buena manera de celebrar el 70 aniversario de la expropiación petrolera. Lograrla requerirá, como muchos otros desafíos de Pemex, que cada quien ponga su parte”.

Segundo acto, 8 de octubre de 2008, Los Pinos (anuncio del Programa para Impulsar el Crecimiento y el Empleo): “propongo y anuncio el inicio de la construcción de una nueva refinería en el país. Anuncio la construcción de una nueva refinería de Petróleos Mexicanos. Como ustedes saben, a lo largo de muchos años hemos logrado formar, con paciencia y con ahorro, diversos fondos de estabilización para sortear el riesgo de una caída abrupta en el precio del petróleo… podremos construir esa refinería iniciando ya el próximo año (2009) y reducir con ello la dependencia de gasolina del exterior y elevar la competitividad del sector energético… iniciará, desde ya, la construcción de una nueva refinería que será la primera que se construya en México en casi 30 años”.

Tercer acto, 18 de marzo 2009, Venustiano Carranza, Puebla, en el 71 aniversario de la expropiación: “hoy México está en la ruta correcta para disminuir su dependencia del exterior en materia de hidrocarburos. Con ese mismo objetivo, instruí a la Secretaría de Energía y a Petróleos Mexicanos para que se evaluara la construcción de una nueva refinería que diera respuesta a las necesidades nacionales. A la fecha, Pemex ha venido realizando arduamente diversos estudios y ha concluido prácticamente los mismos, que nos permiten afirmar que México contará pronto con una nueva refinería de Petróleos Mexicanos… Es por ello, que instruyo tanto a la secretaria de Energía, como al director general de Pemex, para que antes de tomar y anunciar una decisión plena y definitiva sean conocidas, de manera pública, de manera abierta, las propuestas formuladas por los estados interesados en albergar en su territorio una nueva refinería”.

Cuarto acto, 18 de marzo de 2010, en el 72 aniversario de la expropiación, Tula de Allende, Hidalgo: “…por primera vez en más de 30 años estamos impulsando la construcción de una nueva refinería en el país, la Refinería Bicentenario, que estará precisamente aquí, en esta zona… Y, efectivamente, ha habido otros proyectos de infraestructura de gran dimensión, que México necesita, que se han planeado, y que se han anunciado incluso, pero que a la hora de la hora simple y sencillamente no fue posible desarrollarlos porque no se contaba con los terrenos para hacerlo. Hoy se cuenta, no sólo con los terrenos, sino que se cuenta con ellos sin las disputas legales, las controversias jurídicas asociadas a su adquisición, que siempre acompañan y entorpecen, y en ocasiones frustran, los grandes proyectos de infraestructura… Un gran proyecto que iniciará su construcción, que es la refinería”.

Erase que se era su refinería del ya merito. Entonces, ¿cuántos anuncios más para colocar el primer ladrillo?.

Carlos Fernández-Vega

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