Un Avatar es la apariencia de algo, un representante y una representación.
Esta multimillonaria producción aparenta ser una película ecológica que toma una posición en contra de la avaricia corporativa, pero lo hace en una forma tan pedestre, tantas veces repetida en otros (y mejores) filmes que simplemente me desconecté de los eventos y me puse a disfrutar del caramelo visual. Los efectos visuales, los detalles al margen, la consistencia del universo creado hablan de una enorme capacidad computacional, de programación y tecnología gráficadora de lo más avanzado, eso sí lo disfruté.
Me inquietó que la actuación de los na'avi fuera una construcción computacional (otro avatar) sobre los movimientos que actores humanos hicieron en foros vacíos - dentro de poco no se necesitaran ni de actores ni de locaciones, todo será CGI.
El unobtanium es precioso y la avaricia humana enorme, así que ponto veremos la continuación "Avatar: Venganza de la Corporación"
Si te tomaste en serio el "mensaje" de la película, usa ese impulso y sal a luchar por los chimalapas, o por lo menos a darte una vuelta para ver lo que hay (todavía) en este planeta.
miércoles, 2 de junio de 2010
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