Periódico La Jornada
Martes 27 de abril de 2010, p. 3
Washington, 26 de abril. Los chimpancés, primates más cercanos al hombre en la escala evolutiva, parecen muy conscientes de la muerte, al igual que los humanos, según trabajos basados en observaciones y publicados este lunes.
Varios fenómenos han sido considerados en un momento u otro para separar al hombre de las otras especies, como la capacidad de razonar, de hablar o de utilizar herramientas y la conciencia de sí mismo (...) antes de que la ciencia mostrara que esas divisiones son en realidad más relativas, explicó James Anderson, de la Universidad de Stirling, en Escocia, principal autor de uno de los dos estudios publicados este lunes en la revista estadunidense Current Biology.
Fenómeno sicológico
La conciencia de la muerte es uno de esos fenómenos sicológicos atribuidos durante largo tiempo solamente a los humanos, afirmó el investigador.
Pero las observaciones que hemos hecho de chimpancés al reaccionar a la pérdida de su pareja y en los últimos momentos de ésta indican que son muy conscientes de la muerte y probablemente de manera mucho más desarrollada de lo que se sospechaba, agregó.
El estudio describe las últimas horas y la muerte de una chimpancé hembra de avanzada edad, que vivía en un pequeño grupo de estos primates en una reserva en Escocia. Todos esos momentos fueron filmados.
En los días que precedieron a la muerte de la hembra, el grupo estuvo muy silencioso y con la atención centrada en ella, subrayó James Anderson. Muy poco tiempo antes de que expirara, sus compañeros le prodigaban muchas caricias y la acicalaban.
Especie de duelo
Esos gestos en los últimos instantes buscaban determinar si ella todavía estaba con vida. Cuando llegó la muerte, el grupo se alejó del cuerpo, pero poco después la hija mayor volvió para permanecer cerca de su madre muerta durante toda la noche, precisaron los investigadores.
En un segundo estudio, los autores observaron dos madres de chimpancés, que viven libres, y llevaban consigo el cuerpo momificado de sus hijos durante semanas, luego de la muerte de éstos a consecuencia de una infección respiratoria.