sábado, 27 de febrero de 2010

NADA MALO


Querido Instituto Tecnológico de Oaxaca (ITO), cuantos hechos nimios te modelan, te desgarran y, a veces, te hacen ser más vivo y humano.

1.- Concierto matinal. Una hermosísima mañana de invierno, cuando ya las ansias locas de salir de vacaciones te nublan el entendimiento, un ilustre profesor desayunaba lentamente, saboreando cada molécula mientras parecía disfrutar de una dulce melodía. La joven violinista en el escenario, junto al maestro, tres jóvenes con las verduras, el jugo y demás. El resto de los estudiantes exponen un tema que pareciera no importar al desayunante ¿o sí? La violinista pasa de Vivaldi a Paganini y luego vuelve a Vivaldi.

“Qué envidia, qué delicia”, comenta un intruso que- atraído por las notas del inconfundible violín- se asoma intempestivamente al audiovisual casi vacío. El comensal, disfrazado de melómano, degusta extasiado… la codorniz adobada.

2.- Experta. Cierta persona le desagrada o ve complicado importar materias técnicas (prefiere la teoría tensorial de los valores éticos). En el departamento B solicitó un semestre para preparar tal materia, en otro, definitivamente argumentó que no era de su carrera. Se escuda en un maravilloso proyecto de ayuda a estudiantes inaplicados, cuyo sustento es una hermandad de la fe pero de intriga palaciega (vamos con el director para decirle que tal maestro…)

3.- Olvido. El alumno X aprobó la materia Y en grado más que excelente. No obstante, en el último momento, su profesor le nació la curiosidad y le preguntó al joven lo que atinadamente contestó, en el examen:

- ¿Qué dijo Lavoisier del sistema métrico?

- No lo sé, profesor.

- Pero si lo escribiste correctamente…

- De verdad, no lo recuerdo haberme escrito.

No obstante, X escribió con una magnífica caligrafía:

“Antoine Laurent Lavoisier dijo que nada más grande ni más sublime ha salido de las manos del hombre que el sistema métrico decimal”. No cabe duda. Unidad aprobada, unidad olvidad.

4.- Una alumna de la carrera W no se presentó al examen ordinario de la segunda unidad, pero pasados cinco días el profesor encuentra en su cubículo el examen correctamente resuelto. Con algo de malicia, el mentor recomienda al grupo basarse en la ética “porque hay alguien que quiso sorprenderme”. Entonces, en confianza, pasada la clase, la alumna confiesa que lo hizo a instancias de su novio. “Yo no quería dejárselo debajo de la puerta, pero me obligó a hacerlo”.

5.- El conocimiento no sirve. En un curso al personal docente, el expositor se adentró en los paradigmas educativos. Comentó luego que los estudiantes llegan a las escuelas sólo por los documentos de acreditación, no por el interés del conocimiento. De inmediato, un doctor en ciencias se paró y dijo:

- Hacen bien, el conocimiento no sirve para nada.

Después de la discusión, un colega comentó en corto que el letrado en ciencias era nada menos que predicador de la fe cristiana. “¿Cómo, un ladrón cuidando el banco?”

6.- Mal ejemplo. Una trabajadora del ITO tiene sentimientos encontrados respecto al ambiente laboral. Es que le agradan sus funciones, y además se presenta mucho antes de su hora de entrada y regularmente es señalada por sus compañeras de departamento. “Por qué lo haces? De seguro quieres quedar bien con tu jefe”, se le cuestionó. Luego, a manera de consejo, agregó: “Aquí los méritos son otros”.

7.- Recordando viejos tiempos en el ITO (oh, pero qué manía retrospectiva). En una acalorada asamblea sindical no había manera de calmar los ánimos. Las posturas eran irreconciliables. De pronto, un profesor muy serio y acartonado se paró, pidió la palabra y en forma por demás didáctica trató el asunto:

- Compañeros, no nos engañemos. El gobierno nuevamente nos quiere dar atole con el güevo.

De eso ya hace más de 20 años.

8.- En el curso a docentes, donde lo que se trataba era exprimir los sentimientos más escondidos de los profesores, un participante inició con un drama personal; otro, aún más conmovedor, y siguió un tercero, con una historia más dolorosa (así lo dijo). Al final, todos salieron embotados por el trepidante desgraciómetro, mismo que quedó asentado en el gran libro de la historia del ITO.

9.- Asalto sin riesgo. Ciertos compañeritos ya encontraron la madeja del ingreso fácil. A los desesperados por aprobar los exámenes especiales les aseguran el pase a cambio de una módica aportación. A los de nuevo ingreso también. En ambos casos, el pago es inmediato (antes de aprobar). Si aparecen en la lista de seleccionados o en las actas de examen especial, se queda con el dinero, si no, lo devuelven, ¿chido, no?.

10.- Amor con amor se paga. De acuerdo a una evaluación hecha por sus estudiantes del periodo escolar AGOS-DIC 2009, el profesor fulano de tal alcanzó el grado de excelencia. Veamos, en su hoja de evaluación, en planeación del curso tiene excelente, en aprendizaje significativo, excelente; en dominio de la materia; excelente; en evaluación, excelente; y, en desempeño docente, excelente.

Ahora veamos las actas de calificaciones de los cursos del periodo mencionado. El porcentaje de aprobación es del cien por ciento. Asimismo, los promedios por alumno varían dentro del rango de 95 a 100. ¿Excelente, envidiable, no? No obstante, existe un detalle, el profesor sólo asistió aimpartir su cátedra alrededor de diez sesiones. ¿Es posible? Por supuesto, los paradigmas educativos han cambiado. Además es un hecho que amor con amor se paga.

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