Antonieta Rivas Mercado
La familia y el gobierno quisieron acallar el suicidio de Antonieta
El general Calles no quería una mártir vasconcelista, afirma la escritora estadunidense
A la sombra del Ángel documenta la intensa vida de la intelectual, feminista y mecenas
Arturo Jiménez
Escribir una novela histórica de más de 600 páginas sobre su suegra es sólo una de las singularidades que rodean la vida de la escritora Kathryn S. Blair, autora del exitoso libro A la sombra del Ángel, en el que cuenta la intensa vida de la destacada intelectual y promotora cultural Antonieta Rivas Mercado.
Sucede, pues, que Blair es y ha sido una estadunidense nacida en Cuba en 1920, llegada a México a los tres años, periodista de radio en Hollywood, casada con el único hijo de Antonieta Rivas Mercado y decoradora de interiores que se hizo novelista a los 75 años, tras dos décadas de investigar sobre la autora de La campaña de Vasconcelos y quien decidió suicidarse un medio día a los 31 años, arrodillada en un reclinatorio de la catedral parisina de Notre Dame.
Sí, Antonieta Rivas Mercado (1900-1931), hija del reconocido arquitecto Antonio Rivas Mercado –artífice y responsable del proyecto del Ángel de la Independencia durante el porfirismo–, feminista, escritora, mecenas de los Contemporáneos, entre otros artistas, y compañera sentimental de José Vasconcelos, a quien acompañó durante su campaña presidencial en 1929, en uno de los muchos intentos por cambiar al persistente México de las injusticias.
Vivió tres décadas fundamentales
A sus 90 años, cumplidos apenas este viernes 19 de febrero, Kathryn S. Blair es autora de la novela A la sombra del Ángel, publicada por primera vez en 1995, que vendió 175 mil ejemplares y que ahora Suma de Letras redita con el plus de algunas fotos inéditas y un epílogo-entrevista de la escritora a su esposo, Donald Antonio Blair Rivas, en la que éste salda las heridas llevadas mucho tiempo tras la muerte de su madre en 1931. Hoy él tiene mucho orgullo de ser su hijo, pero dice que yo fui la que rescató a su madre.
Donald Antonio, por cierto, es dueño de una vida interesante, desde las disputas entre sus padres divorciados por la custodia del niño, que lo llevaban de un país a otro, o la dura experiencia de la pérdida de su madre hasta su desembarco en la peor de todas las playas del mundo, en Normandía, durante la Segunda Guerra Mundial, como piloto del ejército de Estados Unidos.
Kathryn Blair fue vecina de los Rivas Mercado en la colonia Roma y luego se casó con Donald Antonio, aunque sólo después se enteró de que su suegra se había suicidado, pues la familia no hablaba de eso, menos aún su esposo, quien tenía 11 años cuando su madre murió e incluso la esperaba en una casa de huéspedes en Burdeos, pues le había dicho que iría a ver a Vasconcelos a París. Pero su madre nunca regresó.
La familia y el gobierno mexicano quisieron callar la muerte de Antonieta, la primera se sentía muy culpable y el general Calles no quería una mártir vasconcelista, comenta Blair en entrevista con La Jornada en su departamento de Bosques de la Herradura, en Huixquilucan, en cuya sala cuelgan varios cuadros suyos e incluso de su esposo, Donald Antonio, pintor reciente.
Sin asumirse como biógrafa de Rivas Mercado, Blair cuenta sin embargo con mucha información tras sus años de pesquisas, como que las hermanas de Antonieta: Alicia y Amelia, responsabilizaban del suicidio a Vasconcelos por intentar concluir su relación sentimental con ella.
Ambas tías de su esposo recordaban a Antonieta como una mujer muy inteligente y sensible desde niña, que todo lo aprendía muy rápido, que leía mucho, bailaba ballet con gracia, tocaba el piano, hablaba tres idiomas y era carismática y atractiva, pese a no ser muy bella físicamente.
Otro dato, que no aparece en la novela, es que el diplomático Héctor Vasconcelos, hijo del gran intelectual, le reveló a Kathryn y Donald Antonio que su padre, antes de morir, le confió que el momento más difícil de su vida había sido la muerte de Antonieta.
Según Blair, de alguna manera el Ángel que corona la columna de la Independencia es una especie deesencia de Antonieta, y cuenta que el escritor Mauricio Magdaleno solía decir que ella fue una mujer que había crecidoa la sombra del Ángel, como una metáfora de la figura de su padre, el arquitecto, y de la educación liberal que le dio.
El Ángel es libertad y significa la liberación de México, agrega la escritora, quien dice que Antonieta Rivas Mercado vivió tres décadas fundamentales de la historia del país: el porfiriato, la lucha armada revolucionaria y los primeros intentos por hacer surgir una nación moderna.
Al final de la charla, Kathryn llama y presenta al niño Donald Antonio, quien aparece y saluda gentil y amable, como su esposa, y ambos posan ante un cuadro de Angelina Beloff, donde aparece él con su madre, en 1923, ocho años antes del suicidio de ella en Notre Dame.
La redición de A la sombra del Ángel está en el módulo de Suma de Letras en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería. Otro libro de Blair es El diario de Lucía (Punto de Lectura), novela para adolescentes, y prepara otro más que saldrá muy pronto.
Periódico La Jornada
Sábado 20 de febrero de 2010, p. 2
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