sábado, 17 de octubre de 2015

Svetlana Alexievich, premio Nobel de Literatura


Estocolmo. La bielorrusa Svetlana Alexievich fue distinguida hoy con el Premio Nobel de Literatura 2015 por su "obra polifónica", un "monumento al sufrimiento y al valor en nuestro tiempo" con el que por primera vez la Academia Sueca galardona el oficio periodístico.
La periodista y escritora, de 67 años, es la decimocuarta mujer recompensada por el Nobel de Literatura desde su creación en 1901.
El anuncio no sorprendió, pues la autora de Voces de Chernóbil, llevaba desde la víspera como favorita en las listas de apuestas. "¡AL FIN!", titulaba el diario sueco Aftonbladet en su edición online. Además de ser la primera periodista distinguida con el galardón, Alexievich es también una de las pocas mujeres en recibirlo: con ella, desde 1901, suman 14.
"Acabo de hablarle", dijo Sara Danius, la secretaria de la Academia Sueca a la televisión pública SVT. "Sólo dijo una palabra: ¡Fantástico!", explicó. "Es una gran escritora, que encontró nuevos caminos literarios", declaró Danius. "Es extraordinario recibir este premio", reconoció la escritora, a la que la emisora sueca SVT contactó por teléfono.
Alexievich, es autora de libros sobrecogedores sobre la catástrofe de Chernóbil o la guerra de Afganistán, prohibidos en su país, que no le perdona el retrato que hizo del "homo sovieticus", un ser incapaz de ser libre.
Muchos de sus compatriotas la leen, aunque el régimen autoritario del presidente Alexander Lukashenko impide sus apariciones públicas en Minsk, donde reside parte del año. "Durante los 30 o 40 últimos años dedicó su tiempo a la cartografía del individuo soviético y postsoviético. Pero no es una historia de los acontecimientos. Es una historia de las emociones, una historia del alma", explicó Danius a la Fundación Nobel.
El anuncio del galardón fue muy aplaudido por el numeroso público presente en la Academia Sueca.
"¡Tenemos el Nobel", celebraba en Twitter la alianza crítica con el régimen Charta 97.
Premio Nobel, señal política
La decisión de la Academia Sueca se entendió también como una clara señal política, aunque la nueva secretaria permanente del gremio, Sara Danius, lo rechace. "No veo nada de político en ello", declaró, pero el eco del galardón es incuestionable, empezando por Bielorrusia. El primer Nobel de Literatura para la ex república soviética llega apenas tres días antes de que su autoritario presidente, Alexander Lukashenko, se presente a su quinta reelección.
Alexievich siempre se ha mostrado crítica con el régimen bielorruso, que prohibió la publicación de sus obras. En parte debido a ello abandonó el país a comienzos del nuevo milenio, pero regresó en 2011. "Quiero vivir en casa, con mi gente", dijo entonces. Y aunque la situación mejoró un poco desde que en 2013 recibió el Premio de la Paz de los libreros alemanes, continúa siendo silenciada.
El fallo del jurado sueco se lee también como una clara señal hacia Vladimir Putin, pues la galardonada es muy crítica con el presidente ruso. Pero sería erróneo encasillar a Alexievich en el cajón de las activistas políticas: la fascinación por su obra literaria se fundamenta en su capacidad para crear collages de vivencias, creando "libros de voces".
Alexievich confirmó que el próximo 10 de diciembre, día de la muerte de Alfred Nobel, estará en Estocolmo para recibir el galardón de manos del rey Carlos XVI Gustavo de Suecia. Con el premio, dotado con ocho millones de coronas (unos 850 mil euros/950 mil dólares) y que el año pasado fue para el francés Patrick Modiano, se impuso a otros eternos candidatos como el japonés Haruki Murakami o el estadounidense Philip Roth.

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