martes, 2 de octubre de 2012

Tiempo de Blues

Raúl de la Rosa Primera llamada El tercer elemento que convierte al continente americano en el inconmensurable arcón musical del que han salido los géneros musicales que han dado la vuelta al mundo marcando ritmos, pasos y estilos con los que este planeta ha bailado es, sin duda, el elemento humano transferido directamente de África. Elemento que se funde y se mezcla tanto con la cultura musical de las culturas originales como con el enorme torrente musical proveniente de Europa y el Cercano Oriente. La gran ironía es que estos inmigrantes que aportaron ritmo y alma llegaron contra su voluntad y en las condicione más degradantes para un ser humano: como esclavos. Lo sorprendente y maravilloso es que en esas condiciones tan adversas e inhumanas la creación musical haya florecido con tanta fuerza y sentimiento, sin ese aporte cultural y fuerza de trabajo aportado por los oriundos de esos reinos, naciones y pueblos africanos, nuestra riqueza musical no sería la misma. Entre otros géneros que tienen influencia africana enlistamos: blues, jazz, ritmo y blues, swing, rocanrol, soul, funk, hip-hop, rap, doo-wop, motown, boogie, rumba, guaracha, mambo, conga, timba, danzón, chachachá, guaguancó, guajira, bambuco, sucu sucu, samba, bomba, plena, merengue, cumbia, calipso, reggae, zamba, candombe, samba, macumba, zamacueca, bossa nova, punta rock, tango, reggae, zamba-landó, chilenas de la costa y decenas más. Segunda llamada Y, como en todo, hay géneros muy conocidos, pero si menciono la punta, la parranda, la curupatía o el punta-rock seguramente serán pocos los que conozcan estos géneros surgidos en una comunidad afromestiza: los garífuna, pueblo con una historia fascinante que abarca casi cuatro siglos desde su llegada a éste continente. En 1980 organizamos el primer Festival de Música y Danza Afroamericanas con la participación de grupos artísticos provenientes de 10 países de América Latina y el Caribe: Cuba, República Dominicana, Ecuador, Haití, Panamá, México, Ecuador, Jamaica, Perú y Honduras; de este último vinieron los garífunas con un grupo que conservaba música y ritos casi intactos después de dos siglos desde su llegada a las costas de ése país. Poco sabíamos de esta comunidad que reside en varios países centroamericanos: Honduras, Nicaragua, Guatemala, Belice y Estados Unidos. Odisea que se inició en 1624 (la fecha varía según la fuente), cuando un barco negrero portugués naufraga cerca de la isla de San Vicente, los esclavos a bordo escapan y con el tiempo se mezclan con los indios caribes y arahuacos; de éstos encuentros surge un nuevo y definido grupo social: el pueblo garinagu. Comunidad de cimarrones (término que se aplicó a los esclavos que se escapaban al monte en busca de libertad), los garífuna prácticamente nunca fueron esclavos, pero en el Tratado de Versalles (1778), en el que ingleses y franceses se "reparten" el mundo, los garífunas se convierten en súbditos de la corona inglesa, a lo que se oponen, y así se inicia la lucha contra los ingleses, logran sitiarlos, pero el general sir Aber Crombie recibe un refuerzo de cinco mil soldados, que vencen a los garinagu, los cuales son deportados a las Islas de la Bahía, en Honduras en 1797. Tercera llamada Entonces comienza otra historia: la lucha por la tierra, por sus derechos, por su sobrevivencia, los incorporan al ejército y numerosas familias emigran a Estados Unidos y a otros países de Centroamérica: Nicaragua, Guatemala y Belice. Sus tradiciones y su música son consideradas patrimonio cultural de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Andy Palacios, garífuna de Belice, creador del punta-rock, quien falleció en 2008, fue uno de los músicos más reconocidos. Hoy día, el artista más popular es el hondureño Aurelio Martínez, extraordinario cantante, máximo exponente de la llamada parranda garífuna. Artista de gran talento que ha llevado su música a todo el mundo, y en África llega a grabar con Youssou n’Dour. Pocas veces tenemos oportunidad de escuchar a un cantante de ese nivel y fuerza, y el próximo 30 de septiembre Aurelio se presentará en el Plaza Condesa, una bella experiencia sin duda será. PD: La familia Laboriel, mexicanos de ascendencia garífuna: Johnny Laboriel y su hermano Abraham, considerado uno de los mejores bajistas del mundo y padre, a su vez, de Abbie Jr., extraordinario baterista que toca regularmente con Paul McCartney.

No hay comentarios:

Publicar un comentario