sábado, 11 de noviembre de 2017

Taibo II en la FILO 2017


“Si México fuera un país democrático, no habrá duda de que en la elección presidencial de 2018, Andrés Manuel López Obrador ganaría”, expresó Paco Ignacio Taibo II durante la presentación de su libro La gloria y el ensueño que forjó una patria, luego recalcaría que existen las condiciones para un cambio de régimen, que la ruptura se ve, se siente, y que hay que aprovecharla. Pero atajó que no debemos esperar tanto, no obstante, dijo que con que paren, con la llegada de la izquierda al poder, las leyes privatizadoras, con que paren esta guerra  (contra el narcotráfico) que no es nuestra, que es de los gringos, me doy de saltos.

En punto  de las 13 horas del jueves 9 de noviembre en el foro de la FILO, el autor de la crónica Yaquis, presentó el volumen 3 de Patria el cual abordó el triunfo de los liberales contra el proyecto de instalar una monarquía  en nuestro país. Como preámbulo, Taibo justificó sus tres volúmenes, que abarcan desde la Revolución de Ayutla hasta el gobierno juarista, 14 años de lucha desgastante: “La idea fue traer el siglo XIX a nuestro tiempo, revivir esa historia en un país, que según los hombres del sistema, que no lee.

Ante un auditorio completamente lleno, conformado por lectores de todas las edades, pero principalmente por jóvenes, el autor de la biografía más leída del Ché soltó: “Esa pobreza extrema de los liberales, su valentía, esa honradez y honor hasta el delirio, cómo no admirarlos”.
Un poco antes, el autor que naciera en España pero que se siente “más mexicano que el nopal”, fue presentado por Óscar Javier Martínez, del Fondo Ventura, quien mencionó las obras más sobresalientes de Paco. En eso Samuel López Brena, también del Fono Ventura, le ofreció al autor un vaso de un refresco parecido al café.

Por su parte, el autor reflexionó que la historia es un arte narrativo, que “es un campo de batalla, que es un espacio donde se confrontan las tendencias más distantes de la sociedad”. Y cuestiónó: “Está llena de pirruris, es el campo donde la oligarquía impone su verdad”. Luego justificó el título de la obra “La demagogia le ha quitado el sabor a “patria”, una palabra maravillosa”. Nos la han quemado, así como la palabra “honor”.

Ajustándose los anteojos, se dirigió al público y confió que escribir Patria fue un reto. “Cientos de notas, memorias e inmensas colecciones de liberalismo mexicano” para escribir y escribir, porqué; ¿cómo demonios nos ocultaron esta historia?”. Como por ejemplo, Vicente Riva Palacios, nieto de Vicente Guerrero, ya una vez terminada la monarquía, visita a Benito Juárez y el presidente le dice que la nación le debe por haber financiado su ejército en Guerrero y también su sueldo como general, a lo que Riva Palacio le contesta: “Señor Presidente, a la Patria se le sirve, no se le cobra”. Irónico, el autor de familia anarquista, se vuelca al siglo XXI en México: “Quisiera encontrar un funcionario público que hiciera esto. Quiero ver de frente a los ministros de hacienda de ahora”.

Paco Ignacio Taibo II, activista político y promotor de la lectura en la Ciudad de México, aborda en forma puntual diversos pasajes del volumen 3 de  Patria, para que lo lean, dijo.
En la sesión de preguntas, después de apagar su cigarrillo, agradeció a los oaxaqueños, su gastronomía, su lucha constante. Y para intensificarlo mencionó que “Oaxaca fue el estado que más combatientes voluntarios dio a la lucha contra los franceses”.

Enfatizó después que la verdadera independencia de México se produce con el juarismo en 1867, con la aniquilación de imperio, que el fusilamiento de Maximiliano fue un mensaje para Europa y el mundo. Y más: “Benito Juárez cruzó el Zócalo caminando y sin escolta”. Sobre sus detractores: “no deseo que me quieran mis enemigos, sobre todo los que cobran en Gobernación, por que si eso sucediera me suicidaría”. Sobre México estableció que “ha vivido derrotas pero construyamos el futuro”. Por eso, “Me encanta la idea de que Patria revive la disidencia”. Y luego mencionó lo de la elección de2018. Se bajó del escenario y se fue a atender a sus numerosos lectores.


(Abel Ruiz López)




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