miércoles, 27 de junio de 2012

La osamenta de la Reina Roja retorna al sitio de Palenque

Podría ser la esposa de Pakal, sostiene el INAH
Boceto del entierro de la Reina RojaFoto cortesía INAH Reyes Martínez Torrijos Periódico La Jornada Miércoles 27 de junio de 2012, p. 6 Los restos de la Reina Roja, descubiertos en 1994, fueron devueltos a Palenque, tras la conclusión de los estudios de antropología física realizados durante 18 años en un laboratorio de la ciudad de México, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). La osamenta podría corresponder a la esposa del gobernante maya Pakal II, y no a su madre, como se creyó durante los primeros años de su descubrimiento junto con dos acompañantes, todos enterrados en en el año 672 dC, como se indicó previamente. Además, estudios de ADN confirmaron que no hubo parentesco entre ambos personajes. La hipótesis también está soportada en que las características del cráneo de la Reina Roja son semejantes a las representaciones de la consorte de Pakal identificadas en tableros del sitio prehispánico, y en que el fechamiento de los huesos dieron una antigüedad del año 672 dC., mientras las inscripciones en los monumentos de Palenque aluden al 13 de noviembre de ese año, como fecha de la muerte de Tz’ak-b’u Ajaw, cónyuge del monarca. Sesenta años de otro hallazgo El viernes 15 de junio, 60 aniversario del descubrimiento de la tumba de Pakal, la Reina Roja llegó a Palenque, al filo de las 23 horas, en cuatro cajas forradas rellenas con hule espuma inerte, junto con los restos del infante y la mujer adulta que los mayas le asignaron como acompañantes el día de su entierro. También se llevaron otras tres cajas para la adecuada conservación de los vestigios. Debido a que la ruta más directa es por Villahermosa, personal del Centro INAH-Tabasco se encargó del traslado desde el Claustro de Sor Juana, escoltado por una patrulla de la Policía Federal y dos elementos de seguridad de la zona arqueológica de Palenque, detalló Juan Antonio Ferrer Aguilar, delegado del INAH en Tabasco, según un comunicado emitido por el instituto. Luego de obtener los análisis de los huesos y sus conclusiones, que ya se han dado a conocer en publicaciones y un documental, el INAH determinó devolverlos para de acuerdo con su política de conservar en el sitio arqueológico todos los materiales descubiertos con la finalidad de que no se dispersen, informó el arqueólogo Emiliano Gallaga, director del Centro INAH-Chiapas. El hallazgo fue llamado de la Reina Roja –encontrado dentro de un sarcófago monolítico–, porque la máscara de malaquita que cubría su calavera estaba recubierta por una capa de cinabrio (mineral rojo) de tres centímetros de grosor. Tras el descubrimiento en el interior del Templo XIII de esa zona arqueológica chiapaneca, los esqueletos de la soberana maya y acompañantes (un niño y una mujer adulta), fueron trasladados al laboratorio del INAH, que se ubica en un anexo del Claustro de Sor Juana. Ahí, el antropólogo físico Arturo Romano Pacheco los estudió por más de una década y media para confirmar su sexo, edad al fallecer, enfermedades padecidas y relaciones de parentesco con otros personajes descubiertos en Palenque. Por su parte, Gallaga dijo que la Reina Roja no regresará por el momento a su cámara funeraria por al exceso de humedad en el interior de la edificación, construida a un lado del Templo de las Inscripciones, donde se ubica la tumba de Pakal. Además de que el sepulcro prehispánico está abierto al público, lo que impide el control de la temperatura para la correcta conservación de los restos.

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