domingo, 6 de diciembre de 2015

GANADOR DE LA 5ª FERIA DE LA BIOAGRODIVERSIDAD


Don Celso Miguel Cruz fue uno de los actores principales de la 5ª Feria de la Bioagrodiversidad, celebrada el sábado 28 de noviembre de 2015, en la comunidad de Unión Zapata, Mitla. Su puesto fue de lo más vistoso y variado. Maíces amarillo, morado, blanco, colorado, rosa, pinto, así como frijol y calabazas y semillas de éstas. También tenía tortillas amarillas y pinole. Todos estos productos los había dispuesto, junto con su hijo Hugo, artísticamente, como si fuera una ofrenda a la madre Naturaleza.

Don Celso Miguel fue uno de tantos participantes de la 5ª Feria organizada por diversas organizaciones culturales y científicas coordinadas por Flavio Aragón Cuevas, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap)

Desde muy temprano llegaron  ese sábado a Unión Zapata -muy cerca de la cueva de Guilá Naquitz, donde se encontraron semillas de maíz, calabaza, frijol y fibras de maguey, de hace más de 8 mil años- campesinos, agricultores, funcionarios y visitantes para apreciar los productos agro-pecuarios llegados de diversos lugares de la entidad y de otros estados, como Jalisco, Veracruz y Campeche.
Luego de la calenda, las autoridades de unión Zapata dieron la bienvenida y luego Flavio Aragón agradeció la participación de los campesinos y agricultores allí presentes “Tenemos suficientes semillas, pero necesitamos organizarnos y producir, pero para eso necesitamos apoyos de diversos sectores” y cuestionó que estemos comprando del extranjero nuestros alimentos.

Y don Celso Miguel Cruz pone el ejemplo. Oriundo de San Bartolo Soyaltepec, Mixteca Alta, trabajó por mucho tiempo en el Distrito Federal y luego en la ciudad de Oaxaca, y antes de trabajar en el INEGI de afanador, fue vendedor de zapatos y recorrió gran parte del estado. “Pero yo quería tener algo mío, yo quería volver al campo, porque el campo siempre me ha gustado, siempre me ha llenado de gusto”, enfatiza acomodándose su sombrero de palma. Y por lo que cuenta, es un maestro de la agricultura tradicional. Usa abono animal, arado y yunta para sus cultivos. Cuenta que en Magdalena Apasco, Etla, encontró un terreno de varias hectáreas y allí construyó su rancho, pues también cría cerdos, gallinas, guajolotes, conejos y borregos.

Don Celso recalca que es feliz cultivando su tierra, junto con su esposa doña Juana Santiago Velasco y dice que ha logrado que su hijo Hugo Miguel Santiago siga sus pasos.


La entrevista a don Celso es premonitoria pues minutos después, Flavio Aragón lo menciona como ganador en la categoría de diversidad de productos. Su diploma y su desgranadora  los recibió de manos de Alberto Sánchez, delegado del CONACYT. Todo esto ocurrió a unos kilómetros del complejo de las 300 cuevas de Mitla, Patrimonio Cultural de la Humanidad.


(Abel Ruiz López)

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