¿YALÁLAG, PUEBLO MÁGICO?

Abel Ruiz López*

Solo es cuestión de tiempo para que Villa Hidalgo Yalálag sea pueblo mágico. “Pero  Yalálag siempre ha sido pueblo mágico”, expresó un habitante convencido de la fascinación que provoca su famosa Villa Hidalgo. Argumenta, y hace comparaciones, que posee una vasta cultura que se manifiesta en las danzas, la música, la gastronomía, y en la variedad de artesanías, las cuales, articuladas en una sólida estructura social, de profundas raíces zapotecas, le ha dado a la población fama de persistir en la memoria.

Pero hay que considerar una serie de requisitos para que Yalálag pueda aspirar a que la Secretaría de Turismo le conceda la categoría de pueblo mágico, asentó, en la asamblea comunitaria (la mayor parte llevada en zapoteco) de mayo de 2015, el maestro Marcos Pedro Ramírez López, profesor investigador del Instituto Tecnológico de Oaxaca (ITO), director del proyecto Yalálag. Por lo pronto, en esa asamblea, por unanimidad se acordó constituir un comité de ecoturismo y de pueblo mágico. También, como preparando el terreno, el cabildo del año 2014 restauró cuatro fuentes donde pudieran celebrarse veladas literarias y conciertos sinfónicos.  Las fuentes están distribuidas en los barrios donde sobresalen casas antiguas de lajas y morillos, además, y esto es lo que más llama la atención de los turistas, de repente, Yalálag te transporta a la época de los arrieros: una deslizante recula de mulas transporta arena o leña o piñas de maguey.

Lo anterior, aunado a las fiestas en todo el año, hacen que la Villa Hidalgo Yalálag viva de verdad un atrayente realismo mágico. Para la denominación de referencia, no obstante, Yalálag debe recorrer un largo camino, y después, posesionarse en el nucleo de un corredor turístico que irradie el colorido de los pueblos serranos.

Como lo que se observó en junio de 2015 durante la fiesta de San Antonio de la Padua, cuyas imágenes se presentan a continuación.

*Profesor del Depto. De Ciencias Básicas y promotor de la lectura en el ITO.