TROFEO SERPENTINO
Abel Ruiz López
En Villa Hidalgo Yalálag, un campesino, ayudado por sus perros y armado con un rifle calibre 22 ultimó a una impresionante boa que merodeaba por las milpas de la loma de los magueyes. Era la tarde del sábado 5 de octubre de 2013 y un buen número de parroquianos acudió a la carretera que conduce a los Cajonos, cerca del relleno sanitario, para conocer al añozo reptil que había sido llevado allí por su captor para el reconocimiento público. De entre 13 y 15 centímetro de diámetro, pues se había tragado un roedor, y cerca de dos metros de longitud, la boa reposaba fría atada sólo a un mecate de fibra sintética. La gente del pueblo acudió en taxis, bicicletas, motocicletas, camionetas y demás para ver por primera y última vez a la impresionante culebra negra con manchas blancas, lo cual dijo el maestro Marcos Pedro Ramírez López que era una curiosa forma de camuflaje.
Cuando el equipo de investigación del Instituto Tecnológico de Oaxaca se presentó al paraje referido, alguien de la multitud dijo que iban a grabar para una revista, entonces el campesino cazador replicó de inmediato: “¡No, para la revista no!”
Pero este reportero y el coordinador del equipo de investigación siguieron con sus tomas. Al otro día, muy temprano, varias personas pasaron por el paraje como si nada hubiera sucedido. Los niños regresaban con sus caballos y otros con sus burros. Otros iban a soltar a sus mulares, como Jonatan –estudiante de la secundaria técnica, campesino y actor de un documental y una obra de teatro- quien también había visto la célebre boa el día anterior: “Yo me fui cuando ustedes llegaron”
Luego del espectáculo, los policías municipales se llevaron el cuerpo del reptil para su incineración en el relleno sanitario.
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