YOKDZONOT, un regalo maya que te encantará
Abel Ruiz López
Oaxaca, Oax., agosto 2013. Es un hermoso cenote circular que atrapa. Sus paredes
verticales y profundas dan la sensación de estar flotando sobre las cristalinas
aguas de un azul intenso, y a veces verde, en invierno. El cuadro es rematado
por la intensa vegetación circundante y sus numerosas aves que anidan en los
acantilados calcáreos cuyo colorido toque lo da el pájaro Toh (ave sagrada de
los cenotes).
El visitante es atrapado desde la recepción, pues Yokdzonot es concebido
por sus administradores como un complejo ecoturístico de desarrollo
sustentable. Las áreas de servicios son recreaciones mayas tales como las
oficinas, los sanitarios, los miradores (hechos de varas) y los caminos
empedrados. El complejo fue creado para el pleno disfrute familiar y cuenta con
un restaurante, áreas de acampar, área de rapel, renta de bicicletas con el
objeto de recorrer la comunidad y conocer el cenote de reciente apertura,
distante tres kilómetros.
Para el ciudadano que está harto de mercadotecnia y contaminación de todo
tipo, Yokdzonot es un refugio y una esperanza.
El complejo turístico está administrado por la cooperativa Kich Keelen
Haa la cual empezó a operar en 2005. Se tardaron dos años para limpiar el
cenote pues de hecho era un basurero. Finalmente, en 2007 se abrió al público
con mucha alegría de las cooperativistas porque en realidad Yokdzonot fue
básicamente el entusiasmo y el trabajo de las mujeres de la comunidad.
“No ha sido fácil el trabajo comunitario para consolidar el proyecto
Yokdzonot, la prueba está en que iniciamos 50 cooperativistas y sólo quedamos
16, de los cuales once son mujeres” expresa Carlos Méndez Mex, quien muy
orgulloso recalca que todos los integrantes hablan maya. “Mi madre es maya y mi
padre mestizo pero todos mis hermanos hablan maya. Mi abuelo de apellido Mex
fundó un rancho cerca de Yokdzonot y tuvo diez hijos quienes a su vez fundaron
el pueblo de Mexil, muy cerca de Sotuta, donde inició la Guerra de Castas a
mediados del siglo XIX”.
Méndez Mex afirma que Yokdzonot ya es muy visitado y que esto ha permitido
dar empleo a varias familias de la comunidad. “Hay jardineros, recepcionistas,
rescatistas, cocineras y cuidadores del medio ambiente” establece. Y agrega que
todos han llevado cursos de capacitación, que desde el inicio ha contado con el
apoyo de la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas.
La cooperativa Kich Keelen Haa tiene algunos convenios con la Universidad
Autónoma de Yucatán para que algunos estudiantes hagan su residencia
profesional en Yokdzonot. Actualmente están dos residentes dice Mex, uno está
en el área de compostas, y el de informática trabaja en la promoción y el
control de Yokdzonot.
Yokdzonot significa “sobre el cenote” en maya y se ubica en la comunidad
del mismo nombre la cual bordea la carretera Mérida- Valladolid, a 15
kilómetros de Chichén Itzá, Yucatán.
La belleza y resonancia de Yokdzonot es tal que una agencia de viajes
francesa ofrece a sus clientes de Playa del Carmen el recorrido Playa del
Carmen-Chichén Itzá- Yokdzonot, llegan a
las once y por unos momentos se detienen en los miradores, luego bajan a
la plataforma y nadan más de media hora y luego suben al restaurante a comer
platillos típicos. “acá sólo para amantes de la naturaleza”, resalta
guturalmente el guía francés.
Mientras, otros recepcionistas del cenote llevan a más turistas a la
plataforma de deslizamiento – totalmente de madera y colgada por gruesos cables
de acero- para dejarlos con los rescatistas. Por cierto, este reportero le
solicitó a Luis un simulacro de rescate. Muy gustoso aceptó y todo salió de
maravilla.
No cabe duda, el calor humano de la cooperativa Kich keelen Haa aunado a la
belleza de Yokdzonot hacen del complejo turístico un encanto.
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