sábado, 22 de septiembre de 2012

Rechazar "infame propuesta de Calderón", exigen a diputados

Periódico La Jornada Sábado 22 de septiembre de 2012, p. 2 En vísperas de que la Comisión del Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados presente el proyecto de dictamen de reforma laboral planteada por el Ejecutivo, miles de opositores al plan marcharon ayer del Ángel de la Independencia al Zócalo para expresar su repudio a la "infame propuesta de Felipe Calderón". Entre los asistentes a la movilización había integrantes de sindicatos independientes, así como de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), quienes demandaron a los diputados rechazar la modificación a la Ley Federal del Trabajo (LFT), pues si la avalan entregarán "a los trabajadores a la vil explotación". Aseguraron que la eventual aprobación de los cambios no es más que el "pago de facturas" a los patrones y a la oligarquía nacional e internacional por "la reciente elección presidencial". Luego de la marcha se realizó un mitin a un costado del Zócalo, debido a que la mayor parte de éste se hallaba ocupado por cuatro enormes carpas. Los trabajadores señalaron que si van a ser medidos por su productividad y los podrán contratar por horas, se debe aplicar el mismo esquema a los diputados que pretenden avalar la reforma. "Que a ellos los contraten por horas y les midan la productividad a los que no trabajan, sino viven del trabajo del pueblo", planteó Agustín Rodríguez, secretario general del STUNAM. A la manifestación acudieron abogados laborales, representantes de organizaciones campesinas y diputados del PRD, el PT y el Movimiento Ciudadano, así como integrantes del Movimiento Regeneración Nacional y del movimiento #YoSoy132. Poco después de las cuatro de la tarde, los primeros contingentes empezaron la caminata desde el Ángel, gritando consignas en contra de los cambios a la LFT. Un numeroso contingente de la CROM tomó la avanzada. En las mantas que portaban se podía leer que una reforma laboral sería posible "siempre y cuando cuente con la opinión del movimiento obrero". Los cromistas fueron de los primeros en llegar al Zócalo. Entre los gremios independientes estuvieron la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación y los sindicatos de Telefonistas de la República Mexicana, Único de Trabajadores de la Industria Nuclear, de Trabajadores de la UNAM, Mexicano de Electricistas, de Trabajadores de la UAM y de Mineros. También acudieron integrantes del Frente Auténtico del Trabajo, así como maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, entre muchos otros. El líder del STUNAM, primero de los oradores, sostuvo que la reforma laboral panista "se resume en más explotación" y precariza el empleo. Agregó que el proyecto debería ser conocido como "ley federal del destajo", e insistió en que "debemos impedir que se consume este atraco, ya no podemos titubear". El diputado federal perredista Martí Batres, integrante de la Comisión del Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados, que analizará dicha reforma, señaló que todos los legisladores de los partidos de izquierda "vamos a votar en contra de la iniciativa de Felipe Calderón". Expuso que la propuesta panista "es una iniciativa para destruir el salario, el empleo y el futuro de los trabajadores" y pretende "tener una economía con menores costos, pero a costa de los trabajadores". Agregó que el presidente electo, Enrique Peña Nieto, "también está detrás" de esta modificación "inconstitucional". El líder de los telefonistas, Francisco Hernández Juárez, hizo hincapié en que la unidad será el factor determinante en la posibilidad de detener la reforma, y descartó que por el momento haya alguna alianza con la Confederación de Trabajadores de México (CTM) para rechazar el proyecto. "Tuvimos un primer encuentro, que no pudo seguir adelante; creo que consideran que (la CTM) tiene la suficiente capacidad para detener la iniciativa. De todos modos mantenemos el contacto, porque solos va a ser difícil detener la iniciativa; seguiremos buscando el acercamiento con ellos", comentó Hernández Juárez. Sostuvo que "Calderón va a pasar a la historia como el presidente más antisindicalista" y coincidió en que Peña Nieto "no debe eludir su responsabilidad en esto, porque la iniciativa sólo se aprobará si cuenta con el respaldo del PRI". Aseguró que si el Congreso la aprueba "va a dejar una bomba de tiempo para el próximo gobierno, porque no habrá ni un solo día que no repudiemos esa reforma. No nos quedaremos cruzados de brazos". Martín Esparza, secretario general del SME, criticó que Calderón haya enviado como iniciativa preferente su propuesta de reforma laboral, que calificó de “albazo legislativo contra el pueblo trabajador”. Wilfrido Hernández, de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala-Movimiento Nacional, sostuvo que por las características de la reforma sigue la tendencia mundial de cargar los costos de las crisis económicas a los trabajadores.

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