Ya matamos a Identidad, pero se rehusa a ser enterrada;
ahora resulta que sí tenía lectores, lectores asiduos que necesitan de su dosis de locura, su quantum de realidad, su ilusión de calidad - lástima, Margaritos! Identidad está muerta.
No somos necromantes para regresar a la vida algo que ya no es de este mundo, sólo quedan ecos, transaparentes imágenes de lo que fue. Lo mejor que podemos hacer es ayudarlos a invocar una IdentidadVirtual, fantasma que pueden mantener presente con sus contribuciones.
Veremos cuanto tiempo dura.
viernes, 8 de enero de 2010
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