Invitado por Rubén Doroteo
Castillejos, jefe del Depto. De Ciencias Básicas del Instituto Tecnológico de
Oaxaca (ITO), el connotado físico Gerardo Herrera Corral, investigador del CINVESTAV
y del Gran Colisionador de Hadrones, estuvo en esta institución a propósito de
dos conferencias magistrales relacionadas con la física de partículas
El jueves 25 de febrero de 2016,
a las 12 horas, expuso El bosón de Higgs y el Gran Colisionador de Hadrones.
Como preámbulo, el Big Bang y la inflación cósmica; luego el Higgs, el campo
que le inyectara masa a las partículas elementales, mismas que conforman toda
la materia. Pero éstos solo son 12, por ello en forma irónica sugirió
replantear la tabla periódica.
Respecto al Higgs aseguró que por
un error editorial se le empezó a nombrar partícula divina, “cosa que a los
físicos no nos gusta”. Apoyado con multimedia proyectó imágenes relacionadas
con la recreación de los primeros instantes del universo.
El viernes 26, en un gimnasio
completamente lleno de estudiantes y profesores, Herrera Corral dictó la
esperada conferencia, Física más allá de la imaginación.
Luego de que el maestro de ceremonias
diera la bienvenida al conferencista, a nombre del director del ITO, Dr. Juan
Cruz Nieto, Herrera Corral mencionó los proyectos de la organización Europea
para la Investigación Nuclear (CERN), organismo en el que científicos mexicanos
han estado investigando desde hace más de 20 años. Concretamente en el proyecto
Alice, cuya finalidad es la producción de pequeñas gotas de universo temprano
en el Gran Colisionador de Hadrones.
“Hace 13800 millones de años. De la
nada apareció una diminuta chispa. En el interior de ésta se generó espacio y dio
inicio el tiempo”. Aseguró Gerardo Herrera Corral a un público expectante. “No
pasó mucho tiempo para que éste pequeño ápice se extendiera, no en el espacio –que
no existía- sino en el espacio dentro, generándose a medida que crecía. La Gran
Explosión, como se ha dado en llamar, fue inaudible porque no existía espacio
para propagar el sonido, y no fue grande porque se trataba de una diminuta
centella. No hay una antes del Big Bang porque el tiempo no existía”, asegura
mientras aparecía en la nívea pantalla
recreaciones impactantes del universo.
Luego, hablaría de los Agujeros
Negros y de la teoría de las Supercuerdas, así como del universo líquido, la teoría
de la Relatividad y demás. Pero eran las 14:30 horas y había que cerrar. Las preguntas, los autógrafos y las
fotos con el científico proporcionaron una breve y curiosa convivencia. Más
tarde, un estudiante comentaría que Gerardo Herrera Corral es, además de gran científico,
un excelente divulgador de la ciencia; él, a su vez, en una reunión con profesores
de matemáticas y física, expresaría que “los jóvenes del ITO habían hecho
preguntas muy interesantes y fundamentadas”
(Abel Ruiz López)