lunes, 22 de diciembre de 2014

Ningún país debe dejar sus energéticos en manos extranjeras: Álvaro García Linera



Periódico La Jornada
Lunes 22 de diciembre de 2014, p. 12
Hace años, Bolivia abandonó su ancestral sitio entre los países más pobres de Sudamérica. Ahora, con el proceso encabezado por el indígena aymara Evo Morales, se sitúa entre las tres economías de mayor crecimiento en la región. Parte del éxito –el año próximo se espera un crecimiento arriba de 5 por ciento– se basa en su política de renacionalización de sus recursos naturales, principalmente gas y minería.
El vicepresidente Álvaro García Linera ve con preocupación como México, con su reforma energética privatizadora, camina en sentido contrario, pese a ser potencia petrolera en el continente. Un país que entrega su patrimonio nacional a otras manos y que se llevan las ganancias, tarde o temprano va hacia un empobrecimiento de la sociedad. Ningún país debería dejar en manos de empresas extranjeras la riqueza fundamental de su país. Bolivia lo hizo durante 125 años y nos convertimos en el país más pobre del continente.
García Linera no dice que el proceso en su país sea un modelo a seguir, pero da cifras que pondrían verdes de envidia a los estrategas de la gestión económica mexicana. La política nacionalizadora de hidrocarburos y minas asustó en un principio a las inversiones extranjeras. Pero luego de un breve tiempo de sequía empezó el auge. En 2013 el promedio de inversión llegó a mil 100 millones de dólares. En 2014, son mil 700 millones de dólares, un nivel histórico. “Suena poco –advierte el vicepresidente–, pero hay que tener en cuenta que México tiene una economía 30 veces más grande que la nuestra”.
Otros indicadores: crecimiento, 5.5 por ciento para 2014; reducción de la pobreza, 20 puntos en seis años, lo que significa que 20 por ciento de los bolivianos han pasado de esa condición a la clase media; reservas internacionales, de 50 por ciento del producto interno bruto (PIB), una de las más grandes de América Latina; una dinámica del mercado interno que les permite soportar la caída de los precios del gas, que fue de 35 dólares en 2008 a 60 dólares en 2011, y ahora está en 55.
Bolivia no es una taza de leche
Pese a todo, reconoce García Linera, la nación pluriétnica de los Andes no es una taza de leche y su proceso revolucionario está cruzado de contradicciones, de tensiones creativas, como prefiere llamarlas. De eso habla con La Jornada. El matemático de formación pasó sus años de universitario en México y le preocupa nuestro país.
Por diplomacia prefiere no pronunciarse sobre la crisis de Ayotzinapa, sobre la penetración del crimen organizado y la inseguridad. Es él quien durante su estadía aquí, y a lo largo de sus encuentros con amistades y académicos, plantea muchas preguntas. Quiere entender.
–Bolivia se antojaría como un modelo a seguir por la forma como renegoció sus concesiones y contratos con las empresas trasnacionales en las minas y el gas.
–Aplicamos dos procedimientos. En términos de la propiedad del gas, y petróleo en menor medida, bajo tierra o en el ducto se nacionalizó todo. Ninguna empresa particular puede inscribir los recursos que encontró en nuestro subsuelo en la bolsa de valores como propios. Y los indemnizamos.
Para las instalaciones y la maquinaria se firmaron contratos de servicios. En exploración, las empresas buscan gas y petróleo. Si encuentran, la materia es del Estado. Nosotros decidimos a quién y en cuánto se vende. Por la maquinaria, la tecnología y la mano de obra, se paga lo invertido y remuneramos con un porcentaje de ganancia entre 10 y 15 por ciento de la renta. Se llama elgovernment take. El gobierno se queda con el resto.
Además, está el régimen estatal. Hay tres tipos de government take: el petrolero, entre 85 y 95 por ciento; el minero, entre 55 y 65 por ciento, y el banquero, que es de 50 por ciento. Eso nos ha permitido financiar todos los programas sociales.
Antes la proporción era a la inversa. La renta por la riqueza nacional salía del país durante 125 años. Y éramos el país más pobre del continente; sus representantes iban cada fin de año a Estados Unidos a pedir préstamos para pagar salarios, porque en casa teníamos una burocracia que nos estaba haciendo marchas, pues no teníamos con qué pagar. Hoy día hasta pagaremos doble aguinaldo.
–Hay quienes consideran caducas estas ideas nacionalizadoras.
–La nuestra no es una mirada estatizante. Sabemos que en muchas cosas es mejor que el Estado no se meta porque es demasiado burocrático, a veces inoperante. Es bueno dar paso a la iniciativa individual y extranjera. Pero está claro que en cosas decisivas de la riqueza de un país, como son sus recursos naturales, tiene que ser el país el que agarre las riendas, porque si no se le escapa de las manos la conducción de su destino y el usufructo de unas riquezas que no son renovables.
–¿Preocupa que México vaya en sentido contrario, hacia la privatización y entrega a empresas extranjeras?
–Tengo que responder como vicepresidente. Respetamos lo que ha decidido el gobierno mexicano. Pero Bolivia muestra que hay otra manera de hacer las cosas. No tendríamos estas tasas de crecimiento, de superación de la extrema pobreza, de expansión, de bienestar colectivo de una sociedad secularmente llevada a la miseria, si no hubiéramos tomado esa decisión, que es, además, competitiva, eficiente y atrae inversión extranjera.
–¿Quiénes están invirtiendo en Bolivia?
–Total de Francia; Repsol, de Espana; Petrobras, de Brasil y, recientemente, han desembarcado Synopec, de China, y Gazprom, de Rusia. Son las cinco más grandes.
El segundo rubro de inversión es minería, estaño y cobre. En el estaño hay dos minas estatales, pero ahora vamos a pasar al área de fundición y darle valor agregado.
Tercer periodo
Evo Morales comenzó su primer periodo presidencial en 2006 y su segundo en 2011. En enero asume por tercera ocasión. Ha expulsado al embajador de Estados Unidos. Enfrentado intentos de golpe de Estado por conspiración de grupos conservadores. Pero también ha chocado con sus propias bases: hace dos años enfrentó levantamientos de los indígenas del Tipnis/Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro-Sécure), en la Amazonía. Hace un año, a los mineros del estaño en Huanuni. Todo ello producto de las contradicciones naturales en un proceso que pretende ser revolucionario, que necesariamente tiene que dar uno o dos pasos atrás para avanzar de nuevo; resultado de tener una sociedad en movimientodonde la gente, además de sus preocupaciones cotidianas, tiene un poco de tiempo para dedicarle a la política. “De pronto tenemos que en Bolivia hay 10 millones de especialistas en gas. Luego esos mismos 10 millones –o sea, toda la población– son especialistas en fondos de pensiones. La gente se ha politizado y eso es una virtud”.
Marxista clásico y gramsciano, integrante del Ejército Guerrillero Tupaj Katari (EGTK) y preso político durante cinco años, el intelectual en la mancuerna que forma con el presidente Morales desde que se lanzaron a la lucha política a partir de las guerras del gas, el agua y la coca, en 2000, ahora que ejerce el poder se ha topado con situaciones que no encontró previstas en la literatura de Gramsci, Mao, Marx o Lenin.
Una de ellas es la que se expresó hace un año durante el enfrentamiento del gobierno con los mineros de Huanuni, gloriosos, proletariado de muchas luchas. Se nacionalizaron las minas de estaño, se controló la mina y se armó lo que llama “la autogestión más radical del continente. Los mineros deciden quién es el gerente, en qué se gasta la plata, cuánto es el salario, cuánto para máquinas, cuánto para ahorro. Excelente. Pero esos compañeros también decidían qué hacer con las ganancias y resolvieron que se vuelvan salario. Y resulta que las minas son de todos los bolivianos.
¿Cómo hacer que el control de lo comunitario siempre tome en cuenta al resto? Al Estado le toca tomar en cuenta a toda la comunidad. Y nos tuvimos que enfrentar. Ellos marcharon. Nosotros no hemos reprimido, pero los confrontamos con el resto de la sociedad. Ventilamos que los ingresos de la mina eran de 50 millones de dólares que se habían ido en puro salario. Preguntamos, ¿les parece justo? La gente ha protestado, les silbó, los derrotó. Ahora los mineros están nuevamente con nosotros. Evo ganó electoralmente en la mina y hay un minero en el Congreso. Esa es una contradicción de todo proceso revolucionario: cómo asumir los derechos universales de todos.
Además de tener una visión de nación, el boliviano tiene lo que García Linera llama la Agenda 2020-2025, que va mucho más allá de los plazos presidenciales previstos. Esa agenda incluye reducir la pobreza a cero, dotar de todos los servicios a toda la gente, esté donde esté, industrializar todas las materias primas, 12 temas que generan un horizonte de época.
–¿Qué es eso?
–En las elecciones pasadas ya no se discutió con la oposición qué proyecto de país elegir, sino quién puede realizar mejor nuestro proyecto de país. Por eso ganamos por primera vez en Santa Cruz, la región más pujante, más conservadora. Se rompió la polaridad que tensionaba la vida política del país. Se cohesionaron las alianzas sociales. La poderosa Central Obrera Boliviana anteriormente votaba por nosotros, pero no se adhería. Ahora sí: obreros industriales, constructores, mineros, fabriles, los sectores duros del viejo sindicalismo se involucraron en el movimiento.
Existe una coalición de movimientos populares flexible que se ha ampliado: campesinos, indígenas de tierras bajas y altas, transportistas, y ahora obreros. Y es la que ejerce el poder real. La Coordinadora Nacional por el Cambio está por encima de la estructura partidaria. Ahí se deciden aumentos salariales, relaciones sociales, pensiones, leyes de trabajo, de salud, de minería, de agua. Se construye en ese nivel antes de elevarla al Parlamento.
–¿Y cómo funciona el movimiento en las zonas indígenas?
–Tenemos cinco años de vigencia de la nueva Constitución de nación pluricultural. Antes, los cinco años anteriores fueron de aguantar, de resistir. A partir de 2009 nos colocamos a la ofensiva, construyendo este horizonte de época.
En el movimiento campesino indígena es lo mismo, aunque con diferencias, según sean las tierras, altas o las bajas. En las tierras altas los indígenas son mayoría. Mientras que en Beni, Pando, Santa Cruz los indígenas no son ni 2 por ciento de la población, mientras en los altos son 46 por ciento. Ahí sólo ganamos donde logramos cambiar las estructuras de poder. Hay lugares donde el terrateniente o el sistema gamonal (caciquil) todavía controla la tierra o el comercio, los sistemas de transporte y la estructura local, el comercio de materias primas. Ahí el Estado es paracaidista. No hemos logrado entrar para quedarnos. Es territorio de terratenientes, comerciantes e iglesias. Y de USAid.
–Antes de ser nación pluriétnica constitucionalmente tuvieron que enfrentar un sistema social y cultural racista. ¿Cómo lo lograron?
–Decimos mediante un proceso de indianización del Estado. En la Constitución, las naciones indígenas son sujetas de derecho colectivo: a sus sistemas políticos, de justicia, que es paralela a la ordinaria, distribución de tierras. Hasta 2000, 39 millones de hectáreas estaban en manos de empresarios, 13 millones de campesinos. De indígenas, cero. 2014: pueblos indígenas tienen 24 millones de hectáreas. Campesinos, 13 millones de hectáreas, empresarios, cinco. La estructura de tenencia de la tierra tiene predominancia indígena. También está el sistema de elección de autoridades, no sólo en las alcaldías, en el Parlamento, en las gobernaciones. En la elección pasada seguro que en la composición en la Cámara de Senadores vamos a bordear 60 o 65 por ciento de organizaciones sociales.
–Todo ello pasó por un choque cultural. La población no indígena criticó esto como exceso.
–O como retroceso. Aún hay racismo, pero hay que irlo trabajando una, dos generaciones más.
¿Hay relevo?
–Acerca del liderazgo del presidente Morales, ¿hay relevos para cuando termine su siguiente administración? ¿Hay otros liderazgos que tomen la estafeta?
–Recién vamos a empezar la gestión el 22 de enero. No hemos pensado en 2020. Pero tenemos mucha confianza en lo que hemos llamado la generación Evo, jóvenes profesionistas, campesinos, líderes sociales, indígenas, estudiantes que no se forjaron en las batallas contra el neoliberalismo. Y cuando Evo el presidente esté culminando su mandato, la mitad de su vida la habrá basado bajo este régimen.
–El tema de las relecciones ilimitadas siempre inquieta.
–Tal y como está la Constitución, Evo no se puede relegir.
–¿Están pensando en reformar la Constitución de nuevo para permitirlo? Se reconoce que la construcción de un cambio profundo no se logra de la noche a la mañana, en unos pocos años. Pero la eternización en el poder es una de las preocupaciones y debates sobre la calidad democrática.
–No lo hemos pensado.
–Los dos primeros periodos de Evo estuvieron jalonados por intentos golpistas. No se habla más de esa amenaza.
–Es algo que nunca va a desaparecer del todo, pero hoy por hoy está bastante neutralizado. Pero como buenos bolcheviques de línea jacobina siempre dormimos con un ojo despierto. La derrota que le infligimos a la Media Luna (zona no indígena al oriente del país) en 2008, política, ideológica y militarmente, dejó sentada por un buen tiempo el uso de la fuerza o cualquier tentación de golpismo militar. Pero ha ayudado mucho el fuerte liderazgo de Evo para conjurar este tipo de intentos.
–En el ámbito regional, desde Washington ya no se habla del eje del mal, pero sigue la hostilidad contra los regímenes bolivarianos.
–Durante la primera gestión hicimos todos los esfuerzos para construir una relación de amistad, tolerancia y no injerencia. He de haber estado en Estados Unidos unas seis veces, haciéndome agendar para hablar con los congresistas, platicarles de nuestro proceso, expresar nuestro respeto, pero pedir respeto. Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos se involucró en el golpe de Estado civil en 2008. Fue cuando el presidente Evo expulsó al embajador estadunidense. Y quedó en pie el mecanismo de injerencia suave USAid.
–Luego sacamos a la DEA. Ellos usaban la información de la lucha contra el narcotráfico para imponer agendas políticas. Desde que se fue hemos asumido el costo de la lucha contra el narcotráfico, hemos erradicado más hectáreas de coca. Estamos mejor sin la DEA.
Pero sí planteamos una mejora de nuestras relaciones condicionada a que ellos no se metan en nada. El nivel de relaciones ahora es de consejeros. La semana pasada la cancillería propuso un encuentro entre el presidente Evo y el presidente Barack Obama.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Asteroides, no cometas, los que trajeron el agua a la Tierra

Periódico La Jornada
Jueves 11 de diciembre de 2014, p. 2
Washington.
Es más probable que el agua haya llegado a la Tierra a través de los asteroides que chocaron con el planeta hace 3 mil 900 millones de años, en lugar de cometas, como se suponía, informaron el miércoles investigadores europeos.
Los científicos llegaron a esta conclusión tras analizar datos de la sonda Rosetta, que orbita el cometa Churyumov-Gerasimenko, sobre el que se posó el robot Philae de la Agencia Espacial Europea.
Tenemos que concluir (...) que es más probable que el agua terrestre haya llegado a través de asteroides que de cometas, explicó en una conferencia de prensa Kathrin Altwegg, de la universidad suiza de Berna y principal autora del estudio, publicado el miércoles en Science.
Diferencias
Con ayuda de un espectómetro, los investigadores determinaron que la firma atómica de las moléculas de agua del cometa es muy diferente a la del agua que hay en la Tierra.
Midieron la proporción entre el deuterio, isótopo de hidrógeno, y el hidrógeno, que forma el agua en contacto con el oxígeno.
Esta proporción de deuterio respecto del hidrógeno (en las moléculas de agua de Churyumov) es probablemente la más elevada de todos los cuerpos del sistema solar y representa tres veces más que la de la Tierra, destacó Altwegg.
En cambio, el agua hallada en asteroides tiene una proporción deuterio/hidrógeno mucho más similar al líquido terrestre.
Los cometas son ricos en agua, pero no es el caso de los asteroides. Algunos están totalmente desprovistos de ella.
Sin embargo, según explicó Francis Rocard, encargado del programa Rosetta del centro de estudios espaciales estadunidense, hasta ahora se han censado más asteroides (650 mil) que cometas (4 mil).
“A mi juicio, este resultado de Rosetta no cambia las cosas, pero sí las hace más complejas de lo que se pensaba”, señaló.

La violencia de Estado en México y EU, producto de neoliberalismo y militarismo

Periódico La Jornada
Jueves 11 de diciembre de 2014, p. 5
Nueva York.
Académicos, artistas y activistas realizaron un foro en la Universidad de Nueva York con la finalidad de analizar los vínculos entre México y Estados Unidos en el contexto de los sucesos de violencia en Guerrero y los movimientos de protesta contra la violencia y la impunidad que han surgido en ambos países.
Después de efectuar una procesión silenciosa por el parque Washington Square, con las imágenes de los 43 normalistas desaparecidos, se inició el foro en un auditorio de la universidad.
Estamos aquí para compartir la furia y la tristeza, afirmó Diana Taylor, directora del Instituto Hemisférico de Performance y Política de la Universidad de Nueva York, al inaugurar el foro frente a 43 sillas colocadas en el escenario, cada una con la fotografía de un normalista desaparecido. Pero también, agregó, para buscar, de manera colectiva, lo que se puede hacer en ambos lados de la frontera ante lo que es una realidad entrelazada.
El reconocido historiador y profesor de la Universidad de Nueva York Greg Grandin ubicó lo que está ocurriendo en un contexto hemisférico, donde la promoción de las políticas neoliberales y el militarismo, expresados mediante acuerdos comerciales, como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la llamada guerra contra las drogas, explican en parte la violencia estatal.
Señaló que fue el presidente Bill Clinton quien impulsó esta combinación de políticas, desde los acuerdos comerciales hasta la militarización de la frontera, como el Plan Colombia, y que las consecuencias de estas políticas se expresan hoy tanto en México como en Estados Unidos y otras partes del hemisferio.
Otros participantes resaltaron que la llamada guerra contra las drogas, impulsada por Estados Unidos mediante la Iniciativa Mérida, ha fomentado niveles sin precedente de violencia en México, mientras los narcotraficantes y los bancos internacionales lucran con el comercio ilícito de estupefacientes y, por otro lado, las agencias de seguridad de ambos gobiernos y empresas que administran cárceles privadas en Estados Unidos se benefician con los fondos para esa guerra. Los que sufren las consecuencias son los más vulnerables de ambos lados de la frontera.
Gerardo Renique, profesor en la Universidad de la Ciudad de Nueva York, presentó una breve historia de lo que llamó la violencia estructural de México, y su expresión en los estados más pobres, como Guerrero.
Afirmó que esa violencia se industrializó con la declaración de la guerra contra las drogas en 2006, y resucitó las prácticas de las desapariciones de los tiempos de la guerra sucia de los años 70.
La migración, las desapariciones como instrumento de terror, las protestas contra la violencia y la impunidad detonadas por los casos Ayotzinapa y Ferguson dejan clara la crisis de legitimidad de las instituciones, tanto en México como en Estados Unidos.
La relación entre las políticas estadunidenses y sus consecuencias en México y América Latina fueron algunos de los temas abordados en el foro, con el propósito de trazar un contexto de los nuevos movimientos, los cuales afirman que esto apenas empieza.
El tema de los 43 normalistas desaparecidos continúa generando nuevos intercambios en las redes sociales, en foros académicos, en espacios comunitarios y en algunos medios de comunicación, y algunos analistas siguen explorando los aspectos comunes entre los movimientos de protesta en México y en Estados Unidos, detonados por actos de violencia de las autoridades.

septimo concierto de niños y jóvenes indígenas, Plaza de la Danza











viernes, 5 de diciembre de 2014

Claudio Magris alerta sobre el narcisismo desenfrenado del mundo digital

Periódico La Jornada
Viernes 5 de diciembre de 2014, p. 4
Guadalajara, Jal., 4 de diciembre.
Frente a la oferta literaria que supera a la demanda, el lector tiene que ser más exigente y más autónomo, expresa el escritor italiano Claudio Magris, premio Príncipe de Asturias.
Magris (Trieste, 1939) vino a esta ciudad para recibir otro galardón, el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, y participar, entre otros actos, en en el ciclo Mil jóvenes con…
Ya en una conferencia de prensa se refirió a la situación que vive México (La Jornada, 30/11/14). En esta entrevista, el tema es la literatura y aquello que su biografía oficial no dice.
–En las solapas de sus libros y en Internet siempre se escribe: Claudio Magris, escritor, traductor, profesor. ¿Qué es lo que no dice esa biografía?
–No dice las cosas que suceden en la cabeza y en el corazón de uno cuando escribe, la relación con los amigos, lo que significa traducir. Hay libros que nunca hubiera podido escribir si no hubiera hecho traducciones. No dice la sensación de cómo el lenguaje puede ser cortante como el filo de una espada.
“Era profesor, ya estoy jubilado, pero tampoco dice lo que ha sido mi relación con mis colegas o con los estudiantes. Con algunos colegas esa relación ha sido sólo de trabajo, con otros en cambio ha sido de amistad, hemos inventado cosas.
He pasado años con los que eran antes mis estudiantes y con los que sigo en contacto; son personas que están en mi vida, aunque hubo años en los que yo estaba más opaco y quizá daba un poco menos, y los estudiantes también respondían limitadamente. Todas estas definiciones no dicen la realidad de lo que me ha ocurrido durante todos esos años.
Es uno de los principales escritores y ensayistas del mundo, con obras como Danubio y La literatura es mi venganza (un diálogo con el Nobel Mario Vargas Llosa, que ahora se convirtió en libro), ambos publicados por Anagrama, y su nuevo título, El conde y otros relatos (Sexto Piso).
De la mano de Salgari
La relación de Magris con la literatura comenzó cuando era niño leyendo a Emilio Salgari. Así que escribe para que otro sienta la misma emoción que él sintió con las aventuras narradas por su compatriota. “La emoción de la escritura es como un encuentro con un libro. Creo que he mantenido plenamente esa capacidad de emocionarme al haber hecho una lectura ingenua de Salgari. Claro, ya no soy ingenuo como un niño de seis años al que su tía le leía esas aventuras. Después aprendí a leer y ahora leo otras historias con abandono.
“El otro día hojeaba Pedro Páramoy cuando leí: ‘el viento que se lleva al día’. Cuando lo leí como un estudioso de literatura y como alguien que ve un viento que se va llevando la luz, esto es algo que se te queda; eso se me quedó, es una especie de ingenuidad.
“He releído Cumbres borrascosasy descubrí que lo leía con cierta ingenuidad, estaba el personaje de Heathcliff que me daba un coraje enorme.”
–Esos son libros que llevan a la reflexión. Hay críticos que dicen que la narrativa actual la hizo a un lado.
–No, no creo que se pueda generalizar. Para empezar, este problema nace por dos razones: la producción literaria ha aumentado, ha crecido y claro que existe la ambición de ser leídos, de vender también. Defoe hacía novelas también para ganar dinero, para vivir y esto no le quita nada a la grandeza de sus libros, de sus textos. Gabriel García Márquez vendía muchísimo y hacía literatura.
A veces alguien me preguntó por qué no he leído a Dan Brown y le respondí por qué no me preguntaban por qué no había leído a Dostoievski (no lo he leído completo), pero no es porque no haya querido. Existe como una obligación de leer sólo los libros de los cuales tienen pilas enormes en las librerías. Pero, ¿qué pasa si quiero leer uno del que sólo hay una copia?
–¿Los lectores tendríamos que ser más exigentes?
–Sí. Tendríamos que ser más exigentes y más autónomos. Esa es una pregunta muy interesante. Un verdadero problema es que hay una desproporción entre la oferta y la demanda, o sea, la oferta aplasta a la demanda. Recuerdo que a los 14 años estaba en una librería de Trieste, donde compré el poema Ramayana, de hace siglos, en una traducción al italiano. Era un libro que fue publicado en 1872. Ese volumen, bueno estoy bastante anciano pero no tanto, era un libro antiguo y cuando lo compré tenía décadas esperando a un lector que por simple elección lo quisiera leer. Lo compré y lo leí. Eso es algo que ahora sería difícil, porque las librerías no pueden siquiera quedarse un mes con un ejemplar que no se vende de inmediato, jamás habría encontrado ese libro ahora.
Hay instrumentos técnicos en el mundo digital, a lo mejor puedo conseguir una copia en inglés. El mundo es muy contradictorio, hay ventajas y desventajas, pero hay una imposición, continuamente me preguntan por qué no leíste a tal autor, bueno, tiene que haber un motivo para hacer algo, pero no un motivo para no hacerlo.
Escritura a mano
–¿Lo digital trae beneficios a la literatura?
–Como siempre son cosas en las que tengo que prescindir de mi experiencia, porque soy un teórico. Vivo en Italia y sigo escribiendo a mano. No es por coquetería o por manía, simplemente es porque digitalmente sólo puedo escribir palabras individuales, por ejemplo:Llego mañana. No puedo escribir más que frases comunes.
“El mundo digital ayuda, claro. Para la información y la comunicación es un inmenso instrumento que naturalmente crea un peligro, porque tenemos medios increíbles, podemos conocer lo que ocurre en cualquier parte del mundo, en Nueva Zelanda, pero tanta información también hace que sepamos poco o casi nada de muchas cosas. Por ejemplo, sobre Afganistán creo que no sabemos más de lo que sabían los lectores de Kipling, cuando éste hacía su correspondencia hacia Afganistán, sus cuestiones políticas, su relación entre poblaciones, esas cosas no las sabemos, el ciudadano medio las ignora.
“Hay otro aspecto en el mundo digital que, repito, tiene grandes ventajas. Ayer, por ejemplo, recibí de Trieste algo que necesitaba y que no habría podido recibir hace 10 años sin este sistema, de manera que sí da muchas ventajas que no hay que subestimar, pero debemos usarlo de manera humanista.
“Piense en Facebook, yo ni siquiera uso correo electrónico y menos Facebook, pero entiendo perfectamente que uno mande una fotografía a su novia, por ejemplo; pero decir ahí: ‘hoy en la mañana tomé un café con leche y azúcar’ es un énfasis en lo subjetivo y no creo que lo que hace alguien de nosotros sea algo que le tenga que interesar al mundo. Eso crea un narcisismo desenfrenado.”
–Necesitamos mirar al otro.
–Claro, ese es el gran peligro, dejamos de ver al otro. Esta riqueza de información no combate la ignorancia. En cambio existe esta fiebre donde veo un gran peligro –y es otra contradicción muy grande– que esta enorme riqueza de información está creando una especie de ignorancia. En Georgetown, en Washington, daba clase a 31 estudiantes y cinco o seis no sabían quién era Stalin, esto es verdaderamente increíble. La sobrina de un amigo mío, un escritor de origen judío, vagamente sabía quién era Hitler. ¡Imagínense, una nieta de abuelos muertos en Auschwitz y no sabía quién era Hitler!
–¿Qué hacer entonces?
–No sé. No se pueden hacer campañas porque eso se vuelve ideológico, reaccionario, se vuelve reactivo. Hay que tratar de testimoniar, de decir, de señalar, uno trata de escribir lo que puede, decir lo que puede decir y, como dice un amigo mío, un viejo cura: y luego que el Señor también tome su responsabilidad.
–¿Y leer?
–Leer, ¡claro!

Vicente Leñero es un campeón de la verdad y la libertad

Periódico La Jornada
Viernes 5 de diciembre de 2014, p. 3
En Vicente Leñero, México tiene a un campeón de la libertad y de la verdad, dijo Luis de Tavira, director de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), en el homenaje al escritor y dramaturgo mexicano, que ayer se realizó en el Palacio de Bellas Artes.
Subrayó que descubrir la verdad, hallarla y exponerla fue la pasión que tramó su obra. La libertad siempre fue el camino. Libertad como rigor, como expresión, como creación, la libertad fue el camino para encontrar la verdad y manifestarla, para enfrentar la censura, la violencia del autoritarismo y las mordazas de la corrupción.
De Tavira evocó al Leñero periodista, quien supo elevar ese oficio a la altura del arte. Creador de un estilo intransferible, Vicente es el dramaturgo que de modo más cabal asumió el desafío que nos heredó Rodolfo Usigli: que México aparezca en la alta dimensión del teatro.
Finalmente expresó que en conjunto las obras de teatro de Leñero son un valioso edificio de la dramaturgia mexicana, ya que él fue también un ingeniero civil.
El segundo en tomar el micrófono fue el titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, quien reconoció el trabajo de Leñero,como una obra construida y definida por la tenacidad.
Destacó la voz de Leñero como una de las más representativas de la cultura del país, la cual se vio estimulada durante toda su vida, por su familia amorosa y creativa.
Guía, maestro y amigo: Solares
Al adiós al autor de Los albañilesacudieron familiares, colegas y personajes de la comunidad de teatro, cine y literatura, quienes con un minuto de aplausos recibieron la urna con las cenizas de Leñero, quien falleció el miercóles a los 81 años.
Las hijas del dramaturgo, Estela, Isabel, Eugenia y Mariana, quienes arribaron alrededor de las 12:13 horas al recinto, colocaron la urna en un pedestal ubicado en el centro del vestíbulo y montaron la primera guardia en compañía de Rafael Tovar, y María Cristina García Cepeda, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Posteriormente, el titular de la Secretaria de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor, Carmen Aristegui, Ignacio Solares, Eduardo Lizalde, Felipe Garrido, Adolfo Castañón, Julieta Egurrola, Arturo Beristáin, Luisa Huertas, Blanca Guerra y Enrique Singer, entre otros, montaron las guardias de honor, mientras los lectores y admiradores del dramaturgo pasaban frente a la urna con las cenizas.
Una recopilación de artículos escritos en su columna Lo que sea de cada quien, que Vicente Leñero (1933-2014), publicó durante 12 años en la Revista de la Universidad de México, será en fecha próxima editada por la Universidad Nacional Autónoma de México, aseguró Ignacio Solares, director de la publicación.
Su columna, destacó Solares, fue un modelo en el ámbito de lo literario y periodístico. Mucha gente compraba la publicación universitaria sobre todo para leer la columna de Leñero, quien era la estrella de la revista.
Añadió: Compartíamos la preocupación de los temas religiosos; me descubrió grandes autores, fue mi guía, mi maestro y amigo. Su muerte es una pérdida irreparable. El mejor homenaje es releerlo.
Por otro lado, la dramaturga y directora teatral Estela Leñero Franco, hija del maestro, adelantó: “Hay un libro para niños que elaboró junto con el escritor Felipe Garrido, donde además de una recopilación de fotografías, Vicente Leñero cuenta muchas de sus experiencias de niño y adolescente. Es un especie de recorrido que hace de su vida.
Se trata de un libro que ya está preparado y que Garrido intenta concretar para su publicación, dijo Estela. “Una vez le pregunté que por qué no publicaba los guiones de cine que no se llevaron a la pantalla grande, pero él decía, pues sí no se llevaron a la cámara, pues ya qué. También hay un borrador de un artículo que posiblemente se publique en enero próximo, en la Revista de la Universidad, sobre José María Fernández Unsaín, sobre su actividad como poeta y su relación con quien fue el presidente de la Sociedad General de Escritores de México”.
El editor Gerardo Villa del Ángel, añadió la creadora escénica, “va a publicar otro tomo del Libro rojo. Mi padre fue de mucha importancia para mi carrera y la relación con mi madre lo marcó y lo impulsó. Además de la literatura, le dio su razón de existir. Con nosotras, sus hijas, tuvo una relación particular. Fue mi maestro, colega y amigo. Con él aprendí a escribir teatro, aunque luego él decía que ya lo traía. Así lo mismo con mis hermanas Isabel y Eugenia, quienes son pintoras, y con Mariana, que se dedicó a la neurolingüística. Acompañadas por él pudimos escoger un camino propio, pues como se dijo, uno de sus principios era la libertad de expresión y una de sus virtudes era su generosidad.
Mi madre decidió quedarse en casa, acompañada por su hermana y gente querida, para esperar las cenizas de mi padre al regreso del homenaje en el Palacio de Bellas Artes.
Entre los asistentes estaba el actor Daniel Giménez Cacho, quien comentó: “Vicente Leñero me vio crecer y siempre me cobijó, aconsejó y criticó. Teníamos una relación de mucha generosidad de su parte.
Él tenía una postura muy radical en defensa del teatro mexicano. En ese terreno hizo una gran labor de escribirlo, defenderlo y comentarlo.
El también actor Arturo Beristáin expresó: El país necesita de mentes como la de Vicente Leñero, con la lucidez y el compromiso que tuvo con las mejores causas. Fue un periodista, novelista y dramaturgo extraordinario.