viernes, 31 de agosto de 2012
La guerra contra el narco, tema ineludible en la World Press Photo
Periódico La Jornada
Viernes 31 de agosto de 2012, p. 3
El año pasado, con el terremoto y tsunami de Japón, la primavera árabe y los tiroteos en Oslo, Noruega, fue el “más turbulento desde 1989”, con la caída del bloque soviético. De allí que estos temas estén presentes en la 55 edición del certamen World Press Photo 2012, como consta en las 159 fotografías ganadoras, divididas en nueve categorías, cuya exposición fue inaugurada anoche en el Museo Franz Mayer (avenida Hidalgo 45, Centro Histórico).
Otro tema presente por “tercera o cuarta ocasión” en el concurso, es la “guerra” que aquí se libra contra el narcotráfico, expresó el holandés Micha Bruinvels. El coordinador de fotografía y multimedia de la Fundación World Press Photo acotó que “el mundo está consciente de lo que pasa en México, así que los jueces (21 de todo el mundo) piensan que éste es un asunto de relevancia que hay que destacar cada año, porque continúa”.
Por esa razón también una imagen del mexicano Pedro Pardo, que muestra “el campo de batalla en que se han convertido las calles de Acapulco, Guerrero, a consecuencia de la guerra entre los cárteles de la droga”, obtuvo el tercer premio en la categoría Temas contemporáneos.
Ya que la fundación organiza todo tipo de actividades, un proyecto específico que realiza en México, junto con la organización Artículo 19, consiste en proporcionar conocimientos y habilidades a los fotorreporteros en asuntos de seguridad. Bruinvels explicó que “el propósito de esta sociedad es enseñar a los periodistas a trabajar sin comprometer su seguridad y evitar la autocensura”.
Pardo, fotógrafo de la agencia France-Presse, labora en Acapulco desde 2005, año en que “se adentra en el tema del narcotráfico y la violencia, al que tenemos que hacer frente. Mi trabajo es muy doloroso, al igual que para muchas personas, pero es nuestra responsabilidad realizarlo y encontrar los medios para poner estos temas en la discusión de la gente. También me interesa que estas cosas no ocurran”.
El retrato corresponde a la actriz danesa de origen iraní Mellica Mehraban, tomado por Laerke Posselt, primer lugar en a categoría de Retratos
Ante esta situación “grave”, Pardo dijo sentirse “vulnerable”: “Hay situaciones en que los hechos nos rebasan. Tratamos de manejar protocolos, criterios; por fortuna hay organizaciones, como Artículo 19, que capacita y trata de sembrar la semilla en todos los reporteros de que adoptemos cierto tipo de precauciones y estrategias para no poner en riesgo nuestra vida”.
El fotógrafo polaco Tomasz Gudzowaty nuevamente fue galardonado, ahora por su trabajo alrededor de la lucha libre en México.
Más de 5 mil 200 fotógrafos profesionales, provenientes de 124 países, enviaron más de 100 mil imágenes al certamen de 2012. Hubo 57 fotógrafos ganadores de 24 países. De México se recibieron 83 registros, mismo número que el año anterior. Bruinvels observó que en la década pasada la participación mexicana se duplicó. Desde hace un lustro los fotógrafos interesados en concursar pueden hacerlo por medio del sitio en Internet de la fundación, lo que lo hace más accesible.
Este año por vez primera se entregó un premio post mortem al francés de 28 años Rémi Ochlik. “Le avisaron el mismo día que partió para Siria, donde murió 12 días después”, señaló Bruinvels. El jurado de 2012 también otorgó una mención especial a la imagen captada de un video, en la que un combatiente jala de la ropa al dictador Muamar Gadafi para subirlo a un vehículo militar, meses después de la caída de su régimen.
El jurado cambia cada año. A veces buscan la mejor fotografía, pero en 2011 la atención estaba en “las noticias”. A decir de Bruinvels, el jurado suele tomar en cuenta tres aspectos: la noticia en sí, la técnica y la estética.
Héctor Rivero Borrell, director del Museo Franz Mayer, que recibe la exposición como es costumbre, dijo que el año pasado fue visitado por 40 mil personas durante su estancia de un mes, una especie de récord, porque la muestra viaja a 100 sedes y es vista en total por 2.5 millones de personas en el mundo
TEPJF: institucionalidad lesionada
D
esde febrero pasado, meses antes de la reciente elección, el abanderado de la coalición Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, pidió al Instituto Federal Electoral (IFE) que impidiera y, en su caso, sancionara irregularidades como la compra de votos, el rebase en los gastos de campaña y la inequidad en la cobertura por la mayor parte de los medios informativos, especialmente los electrónicos. A esa petición el IFE respondió que no tenía facultades para evitar o castigar tales infracciones a la ley electoral en tanto éstas no fueran perpetradas. Fue evidente también la actitud omisa de la Fiscalía Especializada para la Atención a Delitos Electorales (Fepade). En las semanas siguientes la ciudadanía constató el exceso de recursos en la campaña del candidato priísta, Enrique Peña Nieto. Por lo demás, desde el día mismo de los comicios se dieron a conocer miles de testimonios fotográficos, videográficos y notariales que documentaban la compra de sufragios para la fórmula del partido tricolor.
Posteriormente, la coalición de izquierda divulgó docenas de documentos, confirmados uno a uno como auténticos, que evidenciaban diversos manejos de dinero de procedencia desconocida, posiblemente ilícita, en el contexto de la campaña peñanietista. Por todo lo anterior, la parte agraviada pidió al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que fallara la invalidez de la elección, toda vez que ésta no cumplió con las características establecidas en la Constitución.
En tal circunstancia, con un resultado electoral inverosímil a ojos de millones de ciudadanos, el tribunal tenía ante sí la disyuntiva de calificar, esclarecer e investigar las pruebas presentadas; corregir, de esa forma, las omisiones del IFE y de la Fepade; dar con ello certidumbre y solidez a los procesos electorales, y sentar un precedente para impedir la repetición de los mecanismos de distorsión de la voluntad popular, o bien recurrir a formulismos legales para declararlas improcedentes y desechar en su totalidad el recurso del Movimiento Progresista.
Los magistrados del TEPJF optaron, en la sesión de ayer, por lo segundo: dieron la espalda a los testimonios de las irregularidades y buscaron –y encontraron– pretextos legalistas para descalificarlos. En la lógica enunciada por los magistrados, la única prueba admisible habría sido, acaso, una reconstrucción de hechos, realizada ante sus ojos y con todos los protagonistas presentes, de los desaseos electorales que fueron vistos, por lo demás, por innumerables ciudadanos.
La falta de pulcritud y la parcialidad fue llevada a tal punto que Salvador Olimpo Nava Gomar se adelantó a los procedimientos jurídicos para referirse a Peña Nieto como "presidente electo" y a calificar de "elecciones libes y auténticas" el proceso pasado, en tanto que su colega Flavio Galván se refirió al proceso culminado ayer como "juicio anecdótico sin acto impugnado".
En suma, los magistrados no juzgaron la legalidad de la elección, sino que se limitaron, basados en una interpretación estrechísima de las leyes e ignorando indicios de la comisión de posibles delitos graves, a descalificar al Movimiento Progresista y a sus recursos de impugnación. Porque, a contrapelo de lo que afirmó el magistrado Manuel González Oropeza, la ley no es aplicable si no se interpreta, y en el caso presente los integrantes del organismo decidieron dar a la Constitución y a las normas electorales una interpretación omisa, complaciente y, para colmo, sumamente lesiva para el conjunto de la institucionalidad política del país. Porque, ante su negativa a investigar y esclarecer el cúmulo de irregularidades del pasado proceso comicial, abren la puerta a la perpetuación de prácticas electorales repudiables, a un gravísimo descrédito de los procesos democráticos y a un nuevo gobierno carente de legitimidad
viernes, 10 de agosto de 2012
Curiosity aportará al conocimiento de la evolución de los sistemas vivos: José Franco
De la Redacción
Periódico La Jornada
Viernes 10 de agosto de 2012, p. a16
La importancia de la llegada del laboratorio Curiosity a Marte radica en que conoceremos con más detalle cómo se formaron el sistema solar, la Tierra y la Luna, señaló en entrevista el doctor José Franco, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
"Tener conocimiento de un planeta diferente a la Tierra es muy relevante porque se podrán respuesta preguntas básicas de la astronomía, las cuales están en el origen del sistema solar". Sin embargo, Franco dijo que lo anterior no es lo único importante del evento anunciado el pasado lunes.
También se podrán responder preguntas relacionadas con otras ciencias, como la biología. "Hoy día, entre las disciplinas que marcan los derroteros del futuro se encuentran la biología y la medicina", apuntó.
"Hay una serie de cuestionamientos básicos en fisicoquímica, en biofísica y en biomedicina que nos llevarán a entender mejor la evolución de los sistemas vivos, no sólo en la Tierra, sino en cualquier ambiente", señaló el ex director del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La llegada de Curiosity a Marte ha mostrado también la posibilidad de enfrentar retos tecnológicos y superarlos, dijo Franco. "Poner una nave tan pesada, con la complejidad del laboratorio que contiene, es un gran logro." Explicó que en su viaje desde la Tierra, la misión tardó en llegar de ocho a nueve meses, para lo cual tuvo que desplazarse a una velocidad bastante rápida. "La sonda llegó a 21 mil kilómetros por hora y tuvo que frenar a cero en unos cuantos segundos, eso no es fácil de lograr", apuntó. "Afortunadamente los problemas técnicos fueron manejados de manera adecuada; fueron resueltos muchísimo antes de que la sonda fuera lanzada. Esto implica avances muy importantes, que en un futuro generarán productos para mejorar la vida en la Tierra", sostuvo.
Equipo mexicano
Sobre la participación de mexicanos en la misión Curiosity, José Franco reconoció la importante labor de Rafael Navarro González. "El doctor Navarro es el pilar de trabajo en astrobiología en México. Es parte del equipo que trabajó para el diseño del experimento. No sólo está allá por una invitación: trabajó en el diseño de los experimentos y conoce los equipos empleados en la misión".
En las décadas recientes se realizaron misiones que hicieron observaciones en Marte. Lo importante ahora es que el lugar donde se posó el laboratorio Curiosity "es una zona donde hay vestigios de agua. Un análisis de las rocas y de la tierra de esa región podría mostrarnos si hay compuestos de carbono orgánicos que pudieran dar cuenta de algún tipo de vida en el pasado". Añadió: “Curiosity tiene los instrumentos para hacer los análisis de las rocas y de la atmósfera marcianas. Es interesante e importante saber qué tipo de evolución hubo en la atmósfera de ese planeta y qué tipo de evidencia biológica hay en su suelo”, concluyó.
viernes, 3 de agosto de 2012
George W. Bush, golpista que "demolió la Constitución": Vidal
David Brooks
Enviado
Periódico La Jornada
Jueves 2 de agosto de 2012, p. 27
Gore Vidal ofreció una entrevista que se publicó en La Jornada el 7 de noviembre de 2007.
Aquí el texto íntegro:
Los Ángeles. "Hemos perdido la república y nuestras instituciones", afirma Gore Vidal, al reiterar que "hemos sufrido un golpe de Estado y (George W.) Bush ha demolido a la Constitución".
El escritor y legendario activista político estadunidense considera, en entrevista con La Jornada, que el estado de esta nación es tan malo que tal vez ya no tiene remedio. “Pocos aquí entienden este punto, pero es lo que ha ocurrido con Bush. Hasta hemos perdido el único regalo que nos dejó Inglaterra cuando nos abandonó a nuestro individualismo: la Carta Magna y el habeas corpus, todo lo que dio el tono del Siglo de las Luces a Estados Unidos”.
Vidal es uno de los escritores y críticos políticos más influyentes de Estados Unidos y su participación en los circuitos culturales y políticos de primer nivel durante las últimas décadas lo confirma como una de las voces más lúcidas en el debate político-intelectual de este país y en el mundo. Esa voz se ha vuelto cada vez más feroz después de que llegó al poder lo que él ha llamado la "junta Cheney-Bush".
"Bush es algo nuevo", dice cuando se le pregunta si el actual gobierno sólo es lo peor de lo que ha habido o significa un cambio cualitativo. "Odia a la república. No la entiende. Consigue a esta pequeña comadreja, (Alberto) Gonzales, su abogado personal, y lo único a lo que éste se dedica, antes de que finalmente el Congreso lo obligue a renunciar (como procurador general), es legalizar todo acto ilegal o inconstitucional de este presidente inconstitucional y malicioso que cree en la tortura, cree en matar gente, cree en la guerra unilateral contra otros países que no nos han ofendido de ninguna manera y no nos pueden dañar de ninguna manera".
Imitando la voz de Bush, Vidal declara: “soy un presidente de tiempos de guerra, soy un presidente de tiempos de guerra… Bueno, es un idiota de tiempos de guerra, eso es lo que es”.
–¿Y por qué no hay una respuesta masiva de este pueblo ante estos actos tan explícitos y conocidos, transmitidos por televisión a todos?
–Y todos han descubierto que nada de esto le importa al pueblo estadunidense. Nos han convencido de que somos perfectos. Somos la envidia del mundo, nos dicen la economía número uno del planeta. Nada es verdad, pero nos han educado para creerlo. Cuenta que viaja por todo el país dando conferencias, “y frecuentemente tengo que anticipar las preguntas del público. Una de las cosas a las que tengo que responder es esa afirmación de que ‘todos en el mundo quisieran vivir aquí’. Les respondo que nadie quiere nuestro sistema de salud, ¡por Dios! Y les pregunto: ¿cuándo fue la última vez que vieron a un noruego con una green card? ¿Quién dejaría Noruega para vivir aquí?”, aunque no deja de apuntar: "ése es el país más aburrido de la Tierra".
Se le insiste: si todos los mitos de lo que hace de éste un "gran país", el "ejemplo para el mundo" en derechos constitucionales y democráticos, han sido destruidos en estos años, ¿cómo es posible que no haya una reacción popular mucho más amplia hasta el momento?
“De eso se trata un golpe de Estado. Éstas (quienes están en el gobierno) son las peores personas del mundo. Los hombres del petróleo, del gas, los ladrones, gente de Texas, un estado al que me gustaría restaurar su antigua independencia y echarlo a los lobos de México –dice, regodeándose en su humor malicioso ante las protestas del entrevistador, y agrega en español–: a la chingada con Texas”.
Vidal dice que en respuesta a todo eso se ha dedicado a rescatar la memoria nacional: ha escrito novelas históricas, ensayos sobre diferentes épocas de este país, y hasta obras de teatro (acaba de representar el papel de Lincoln en una obra de Aaron Copland, en la famosa arena de espectáculos Hollywood Bowl). Su libro más reciente es el segundo volumen de sus memorias. La memoria, la historia, es su respuesta, su rebelión, contra la cultura anulada de su pueblo.
Actualmente su trabajo de historiador se enfoca en una investigación sobre la guerra de Estados Unidos contra México de 1848. Comenta que el general Ulises S. Grant, comandante de las fuerzas triunfantes del norte en la Guerra de Secesión, quien también ya había participado de joven en la invasión contra México, declaró más tarde que consideraba que la Guerra de Secesión fue el castigo de Dios contra este país por la injusticia y barbarie cometidas contra México en 1848.
–Pero, ¿por qué cunde la amnesia histórica en EU? –se le pregunta.
–Es una cultura de televisión, y la televisión tiene el propósito de vender el producto lo más rápido posible y transmitirlo sin otorgarle valor –responde.
“Todo es trampa en este país, corrupción y robo. Mire nuestras elecciones: uno recauda suficiente dinero, compra suficiente tiempo en televisión y puede resultar electo aunque nadie lo conozca, aunque a nadie le importe. O sea, ¿cuál es la noticia política todos los días? Cuánto dinero recaudó Hillary... ‘Uy, no. No puede ser, es una antipática’.
"No confío en nadie... soy italiano"
"Es una mujer inteligente, y eso la hace odiosa a los varones estadunidenses", indica. Se le pregunta si le cae bien. "Sí: es una mujer inteligente, no es algo frecuente en mi país". ¿Pero confía en ella? se le pregunta. "No confío en nadie, soy italiano", responde.
Trata de explicar el contexto político-cultural del poder en este país. "Nuestra clase gobernante es Inglaterra. Fuimos extensión del Imperio Británico cuando no era su momento más brillante, y así, todas las fallas que se pueden asociar con los británicos también rezan con nuestros gobernantes, aunque nuestra clase gobernante no sería considerada como tal según normas británicas. Cumple el papel de nuestros viejos amos coloniales, como los españoles, estoy seguro, aún lo hacen en México: (la clase gobernante) representa a la Regina Isabela".
Y regresa al tema de la amnesia: "hay ausencia de curiosidad, creo que es una característica anglosajona. Ahí es donde somos deficientes, no tenemos ninguna curiosidad, y eso que éramos los exploradores, los que abrimos gran parte del mundo; hicimos todo eso, y carecemos de curiosidad sobre casi todo. Creo que en parte tiene que ver con el sistema educativo, que es vil".
Pero hay una multitud que lee libros, lo que indica hambre por otras versiones de la historia y criticas al poder, se le argumenta; eso demuestra algo, ¿o no? Considera que existe esa hambre "en el viejo Estados Unidos, la república, y algunos tratamos de representarla". Agrega poco después que, si bien tiene un amplio público, varios bestsellers, millones que leen sus comentarios, no es suficiente. "Sí, tal vez es un signo de esperanza para mí, pero no necesariamente para todo lo demás", dice.
–¿Qué señalaría usted como algo con vida, algo que ofrece un poco de luz en este país?
–Hay un coro de rechazo a la guerra, pero me sorprende que aún sea tan magro. Son guerras reales, pero pocos se dan cuenta. CNN dice cuántos murieron ese día, pero ahí queda, entre anuncios de nueve tipos de detergentes diferentes. Entonces uno decide qué detergente quiere y cuál muchacho muerto le hubiese gustado que viviera un poco más.
“Es la irrealidad de todo, o más bien, lo surrealista. Los estadunidenses no viven en un país, viven en algún acontecimiento. Ven comerciales de productos que en verdad no quieren, y entre uno y otro está la guerra.
"La gente no puede esperar que los medios le comuniquen algo de valor, algo que pudiera nutrir sus energías. Muchos sí desean un cambio, y da la impresión de que algo puede ocurrir, pero no ocurre. No tenemos país, nadie tiene la sensación de vivir en un país: vivimos en un lugar donde si tienes dinero estás bien, y si no estás en la mierda".
–¿Cuáles serían las dos o tres cosas que necesita saber un extranjero –un latinoamericano, un mexicano– que está por visitar este país?
–El racismo es lo primero que tiene que saber, y la medida en que domina toda esta cultura. Y número dos: gordura. Éstas son las personas que se ven más gordas y espantosas en el planeta. Hablo de mis paisanos. Viajo a Misisippi una vez al año a algo que se llama ‘Día de los Gore’: el clan de los Gore llega de todos los puntos del país, y uno ve a estos puercos enormes, de cara mezquina, labios delgados y ojos pequeños... gente espantosa, y son mi gente. Los Vidal son un poco mejores.
Por cierto, entre este clan está Al Gore, el ex vicepresidente y ahora ganador del Nobel de la Paz, primo de Vidal.
"Ya no existe arte en EU"
De pronto, el escritor recita un poco de poesía, su cara cambia y se desvanece su pesimismo. Lo mismo cuando recita pasajes de prosa, citas históricas o anécdotas de sus aventuras artísticas.
Se queja de que ya no existe arte en Estados Unidos. Recuerda los años 40, a su cuate Tennessee Williams y otros. “Para mí esos tiempos ejemplifican lo mejor: la guerra había concluido, la gran depresión también, y el mundo era nuestro. Éramos 13 millones de estadunidenses que habían servido en las fuerzas armadas durante la guerra, y estábamos, por fin, libres.
“Estar en lo militar era estar en la cárcel… éramos cautivos del Estado, pero por fin éramos libres, y cundía la sensación de regocijo, y uno miraba a su alrededor, y este Estados Unidos, que no había sido nada culturalmente, o muy poco, antes de 1945, de repente era número uno en el mundo, en todo. Ballet, ningún estadunidense había visto el ballet antes de la guerra, y de repente había Balanchine y más en Nueva York. En pintura, París había sido la capital de los pintores, y de pronto era Nueva York; en todo, poetas, músicos. Aun tenemos rastros de lo que éramos… creía que esto continuaría; las artes brotaban, deslumbraban”. Pero ya no.
Ante argumentos del entrevistador sobre nuevas vertientes culturales, de hip hop y poesía hablada, de tradiciones orales nuevas, de Springsteen redescubriendo a Woody Guthrie, Vidal reprueba a todos. "Pretender que (Bob) Dylan es un gran poeta no va a ayudar la causa de la poesía", enjuicia. Riéndose con o del entrevistador, añade: "creo que trata de decir que existe un hambre de todo esto", y al preguntársela si opina lo mismo, afirma: "hay hambre de chatarra".
"Entre algunos jóvenes hay nociones de que sus pensamientos son valiosos sólo porque son sus pensamientos. Pero el arte no se trata de eso, uno tiene que atinar mucho más alto, tomarlo mucho más en serio. No es nada más sobreimponer un Woody Guthrie sobre el hip hop. Siempre regreso a lo que dijo Walt Whitman: para tener gran poesía se requiere de un gran público: empieza con éste". Agrega que el clima político, el cual "frena la expresión, la conversación", no nutre la posibilidad del arte.
La casa de Vidal, en Hollywood Hills, está repleta de arte clásico, sobre todo de arte italiano de los siglos XVI y XVII. El techo de la sala tiene dos paneles como si fuera iglesia; Vidal bromea repetidas veces con que "yo no soy gringo, soy italiano" (vivió durante años en Ravello, donde tenia su otra casa hasta hace poco).
Muestra una imagen en vidrio colgada en la pared, y cuenta que las figuras grabadas ahí son sus antepasados, de la familia Vidal, en 1595. "La mayoría de los estadunidenses ni saben que tenían antepasados, abuelos". En la imagen están en una región de Austria, pero dice que los Vidal son suizos. Llegaron a Estados Unidos en 1848, época de revoluciones en Europa, obviamente había problemas políticos, comenta. "Tengo miles de primos aún ahí, y ellos escriben el apellido como Vital". O sea, de vida. Responde: “sí, creo que es altamente simbólico, y es mejor ése que tener el apellido ‘de Morte’”, dice riéndose.
"Fidel Castro es un jesuita"
Dice que su padre y su tío fueron militares, educados en West Point, grandes jugadores de futbol americano. Habla de la tradición católica en su familia, y de los jesuitas, "que aseguran estar de ambos lados" del debate político. De la nada sale un comentario de que "Fidel Castro, ése es tan poco comunista como yo, ése es un jesuita".
Además de su trabajo de historia, Vidal continúa haciendo comentarios en televisión, radio y por escrito sobre los graves problemas que enfrenta su país; dice que le han robado el país. La segunda parte de sus memorias, Point to Point Navigation, fue publicada el año pasado y cubre el periodo entre 1964-2006. La primera parte, Palimpsest, cubre la primera parte de la extraordinaria vida de este novelista, ensayista, crítico y activista político (ambos están en las listas de los más vendidos). Su última colección de ensayos sobre política es The Last Empire.
Vidal es autor de 24 novelas, cinco obras de teatro, varios guiones de cine y cientos de ensayos, algunos de una extensión de tamaño de un libro. Es considerado como uno de los escritores estadunidenses más importantes de los últimos 100 años.
Su otra tarea pendiente, cuenta, es la posibilidad de realizar una entrevista con el presidente Hugo Chávez para una de las principales revistas nacionales de Estados Unidos.
A sus 82 años de edad, y a pesar de sus rasgos a veces arrogantes (pero a los que, como pocos otros, tiene derecho) y el casi gozo que siente de su visión pesimista, Vidal confirma también lo mejor de este país: la rebelión de un intelectual honesto y comprometido ante la imposición de políticas obscenas y absurdas que intentan anular la memoria y, por lo tanto, otro futuro para Estados Unidos. Aunque seguramente se burlaría de cualquier pronóstico de un cambio radical en su país por ahora, no cabe duda de que su deseo es por lo menos contribuir a los esfuerzos por restaurar lo que llama "la República".
"Somos los Estados Unidos de Amnesia": Vidal, el crítico feroz
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 2 de agosto de 2012, p. 26
Nueva York, 1º de agosto. “He vivido a través de tres cuartos del siglo XX, y como un tercio de la historia de Estados Unidos de América. Brevemente, ¿cuál ha sido su impresión hasta ahora, señor Vidal? Como suelen preguntar entrevistadores afanosos. Bueno, podría haber sido peor….”, escribió Gore Vidal en su segundo libro de memorias, Point to Point Navigation.
Vidal, quien falleció el martes en Los Ángeles a los 86 años, fue un gran boxeador verbal con una lengua-navaja que provocó maravilla, furia, risa y hasta golpes. Norman Mailer, a quien detestó, le dio un cabezazo y un golpe, pero Vidal no se rindió, respondiendo: "Norman, ¿otra vez te fallan las palabras?" Después de mucho alcohol, Vidal tuvo una riña con Robert Kennedy en la Casa Blanca de donde, se dice, fue expulsado, sólo para escribir después una crítica devastadora contra la familia real.
Su circuito de cuates y amigos –Paul Newman, Tennessee Williams, Orson Welles, Marlon Brando, Frank Sinatra, Tim Robbins, Mick Jagger– y enemigos –Truman Capote, Andy Warhol y varios autores más– incluye algunos de los nombres más reconocidos del último siglo –pero con su muerte, tal vez ya no queda nadie como él en la escena estadunidense contemporánea.
El autor de 25 novelas, entre ellas las historicas Julián y Lincoln, y la controvertida Myra Breckenridge, guionista de cine (incluidauna colaboración en el guión de Ben Hur), dramaturgo (su obra Best Man está de regreso en Broadway) y uno de los mejores ensayistas de la historia de este país, es frecuentemente comparado con Mark Twain, tanto por su talento literario como por su crítica social y política. Pero sobre todo, su feroz y crítica a la política interna y externa de este país marcó su vida tanto como su obra literaria. No fue un revolucionario, pero sí un tipo de rebelde por atreverse a revelar los secretos detrás de la pantalla de este país.
Para Vidal, la ausencia de memoria pública era la clave para entender su país. "Somos los Estados Unidos de Amnesia. No aprendemos nada porque no recordamos nada", escribió. Resucitar la memoria, rescatar la historia, era la tarea necesaria para enfrentar la cultura anulada de su pueblo. Preguntado por La Jornada en 2007 por qué había tal amnesia, respondió que "es una cultura de televisión", pero también que prevalecía una "carencia de curiosidad", culpando, en parte, al "vil" sistema educativo.
En esa misma entrevista calificó la situación en Estados Unidos: "Todo es trampa en este país, corrupción y robo. Mire nuestras elecciones: uno recauda suficiente dinero, compra suficiente tiempo en televisión y puede resultar electo aunque nadie lo conozca y a nadie le importe". Apuntó que, aunque "muchos sí desean un cambio, y da la impresión de que algo puede ocurrir, no ocurre. No tenemos país, nadie tiene la sensación de vivir en un país: vivimos en un lugar donde si tienes dinero estás bien, y si no estás en la mierda".
Con la llegada de George W. Bush, Vidal declaró que "hemos sufrido un golpe de Estado y Bush ha demolido a la Constitución". Insistió en que con la llegada de lo que bautizó la "junta Cheney/Bush", se "perdió la república y nuestras instituciones". La elección de 2000, como la de 2004, denunció, fue ganada por un fraude.
Vidal generó reacciones casi histéricas cuando afirmó que los atentados del 11-S no eran sorprendentes y, en gran medida predecibles, como una acción en respuesta a las políticas de Estados Unidos en Medio Oriente. Más aún, sugirió que Bush y su gente probablemente estaban de alguna manera involucrados, por lo menos en saber que algo así estaba por suceder, ya que era lo que más les convenía para su guerra ya preparada contra Irak y para legitimar su presidencia.
Para Vidal, el "imperio autoritario" establecido por el grupo de Bush fue posible en parte por el papel de los medios masivos. "Esto es lo que ocurre cuando se tiene control de los medios, y yo jamás había visto medios más despiadados, estúpidos y corruptos que los actuales", dijo a The Independent. Reiteró en otra entrevista que "si el pueblo estadunidense hubiera tenido una verdadera prensa libre y medios de comunicación alertas, este hombre (Bush) jamás habría sido electo".
Vidal estaba obsesionado con la destrucción de la "república" estadunidense. "El principal trozo de sabiduría que aprendí de Thomas Jefferson, y éste de Montesquieu, es que no se puede mantener una república y un imperio al mismo tiempo. Desde 1846, en guerra con México, somos imperialistas rapaces", declaró.
Fue un crítico feroz de las guerras de Estados Unidos, desde Vietnam hasta Irak. También condenó las guerras no declaradas y las políticas intervencionistas del país. Viajó en 2007 a Cuba, donde denunció las políticas de Washington, y también mostró solidaridad con Venezuela. Fue vocero crítico del trato de Israel a los palestinos.
El embajador Bernardo Álvarez, actual representante de Venezuela en España y antes en Washington, recuerda que luego que el presidente Hugo Chávez hiciera su famoso comentario ante la Asamblea General de la ONU de que "aún huele a azufre", en referencia a Bush, quien había estado en el podio antes que él, Vidal defendió al venezolano, y calificó lo que dijo no sólo como "apropiado", sino como "necesario".
En los últimos años, Vidal continuaba trabajando, entre otras cosas, en una investigación sobre la guerra de Estados Unidos contra México de 1848 (no se sabe si la terminó).
También fue un crítico de las políticas que después serían bautizadas como "guerra contra las drogas" hace más de 40 años. En 1970 en un artículo en el New York Times escribió; "nadie en Washington recuerda hoy lo que sucedió durante los años en que el alcohol le fue prohibido al pueblo por un Congreso que pensaba que tenía una misión divina para hacer desaparecer al demonio del ron, y con ello lanzó la ola de crimen más grande de la historia del país, causó miles de muertes por alcohol adulterado, y creó un desdén general (que persiste) para las leyes de Estados Unidos. Eso es lo mismo que ocurre hoy (con las drogas)". Acusó que "la lucha contra las drogas es casi tan gran negocio como promoverlas".
Una vida llena de arte... y amantes
Su trabajo en televisión (apareció hasta en Los Simpson), cine (además de elaborar guiones, también apareció en algunas películas, entre ellas Roma, de Federico Fellini) y en infinidad de proyectos más, incluidas dos fallidas campañas para ser legislador federal, no fue lo único que definió su existencia. Gozó de una vida personal rodeada de arte, amantes (contó haber tenido más de mil relaciones sexuales con hombres y mujeres), y una relación de 53 años con su compañero Howard Austen (el secreto para mantenerla, dijo, fue la ausencia de sexo), y una nostalgia de un amor trágico con Jimmie Trimble, muerto en la batalla de Iwo Jima en la Segunda Guerra Mundial.
Vidal rechazaba la etiqueta "gay". Para él no había personas homosexuales ni heterosexuales, sólo actos homosexuales o heterosexuales. Sin embargo, su novela La ciudad y el pilar publicada en 1948, una de las primeras con una relación abiertamente gay, no sólo provocó protestas, sino que el New York Times, Time y Newsweek, entre otras, rehusaron reseñar éste y sus siguientes libros (obligándolo a buscar trabajo en televisión y cine, y también a escribir cuentos de misterio bajo seudónimo).
“Ahora que avanzo, con gracia, espero, hacia la puerta marcada con ‘salida’, se me ocurre que la única cosa que de verdad me gustaba era ir al cine. Naturalmente, sexo y arte siempre tenían precedencia sobre el cine, pero ninguno jamás probó ser tan confiable como el filtro de luz presente a través del celuloide que proyecta imágenes y voces del pasado a la pantalla. Así, en un proceso que parece simple, poniendo historia en pantalla…”, escribió en sus memorias.
Foto
En imagen de 1977, Gore Vidal, fallecido el martes en su casa de Los Ángeles, a los 86 añosFoto Ap
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