lunes, 5 de julio de 2010

viernes, 2 de julio de 2010

El crimen

Luis Javier Garrido

La liberación de los presos políticos de Atenco, decidida el último día de junio por la Suprema Corte en medio de la situación crítica por la que atraviesa el país, es un triunfo de la sociedad civil nacional e internacional, por mucho que el gobierno de facto de Felipe Calderón pretenda utilizar este gravísimo caso –que exige ahora una reparación del daño causado a los 12 detenidos– para sus afanes político-electorales luego del homicidio del candidato priísta a gobernador de Tamaulipas.

1. El asesinato de Rodolfo Torres Cantú, candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas, y de varios de sus acompañantes, la mañana del 28 de junio, a tan sólo seis días de las elecciones constitucionales, constituye un hecho de enorme gravedad en la historia moderna de México, que no tiene precedente en las últimas décadas, no nada más porque haya evidenciado la gravedad del conflicto que se ahonda entre el PRI y el gobierno faccioso que encabeza Calderón en su disputa hacia el 2012, arrastrando con él al país, sino porque abre aún más la vía para la comisión de crímenes políticos impunes.

2. La historia moderna de México registra el homicidio de Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial del PRI en 1994, como un parteaguas en la historia del sistema del poder, pero no existe memoria de asesinatos de candidatos a gobernadores, a no ser la tentativa para eliminar a Amado Avendaño, candidato ciudadano en Chiapas en 1994, lo que evidencia el retroceso al que los panistas están llevando al país en todos los órdenes. En el contexto de descomposición generado por el gobierno espurio al seguir el modelo de militarización de la vida nacional que les fue impuesto desde el exterior con el objetivo decolombianizar a México, emerge ahora una nueva amenaza.

3. El clima de impunidad creado por los panistas se presenta tras estos hechos con un nuevo rasgo: como el escenario del crimen perfecto. En el entramado al que ha llevado a México el gobierno, con un país inmerso en un baño de sangre, todo crimen, y desde luego también un asesinato político, puede atribuirse a ese actor político que se encubre tras la noción de crimen organizado, que en la jerga oficial quiere decir “los cárteles” y no la mafia de ultraderecha en el poder (como lo entienden miles de mexicanos), y minimizarse como un delito más, desprovisto de la gravedad que tiene, en el que los culpables no tienen rostro ni nombre, y jamás serán procesados, por mucho que se señale después en alguna patraña de investigación a presuntos sicarios: como ahora precisamente se pretende hacer.

4. La reacción del gobierno de factode Felipe Calderón, del vocero del Departamento de Estado estadunidense, de la mayor parte de los medios mexicanos y de la gran prensa de derecha internacional ante el crimen, atribuyéndolo de inmediato, y sin que hubiera mediado investigación alguna, alcrimen organizado, pretendiendo decir al narcotráfico, no hace más que alimentar las sospechas. Las fotos del crimen, publicadas por el diario Por Estode Mérida el jueves 1º presentan el escenario de una ejecución como la de Huitzilac en 1927, que no pudo haber sida cometida sino por una fuerza disciplinada y profundamente organizada.

5. La presunción de que alguno de loscárteles pudiera haber estado atrás de este asesinato no le quita, por otra parte, al mismo su carácter político, pues las organizaciones de narcotraficantes son antes que nada organizaciones políticas, que se mueven en estrecha relación con el poder, y como se ha visto en los últimos meses, varias de ellas se hallan vinculadas a partidos políticos.

6. La reacción inmediata de la cúpula del PRI ante los hechos da empero evidencia de una muy clara lectura de los priístas sobre lo acontecido, pues no escondieron su agravio ni la responsabilidad que atribuyen a Calderón por lo ocurrido: desde el clima político generado por éste a fin de romper su alianza estratégica con el Revolucionario Institucional –que llegó a sus extremos con las escuchas telefónicas de junio–, como por lo que vino tras los hechos mismos. El llamado televisivo de Calderón a una tregua, formulado el martes 29 a las 9 horas, es decir a la misma hora en que se iniciaba la reunión en duelo de la cúpula priísta en Ciudad Victoria, no hizo otra cosa que propiciar la mayor andanada de descalificaciones del PAN hacia el PRI en todos estos años de crisis de la unión.

7. El cónclave del PRI, reunido en Ciudad Victoria, y en el que estuvieron presentes los gobernadores priístas, respondió por voz de Beatriz Paredes (presidenta del CEN priísta), señalándole a Calderón que el Institucional ha estado siempre abierto al diálogo pero conliderazgos legítimos, y le recordó, por cuarta o quinta ocasión, su origen espurio subrayándole que su llegada a la silla presidencial fue posible por el Institucional, que le dio el quórum en la sesión del Congreso del 1º de diciembre de 2006 para que pudiera acceder al cargo a pesar de lo acontecido en las elecciones, rechazando la que llamó suestrategia política de lucro con la tragedia, a lo que se sucedieron los señalamientos de decenas de dirigentes priístas calificando al titular de facto del Ejecutivo federal de oportunista ysimulador.

8. Al margen del cinismo de la posición del PRI, que pretende haber actuado en 2006 con civilidad, para lograr nada menos que la consumación del fraude electoral hecho a millones de mexicanos, resalta la acusación deilegítimo, formulada por el que era su principal aliado, a quien ha sido además a lo largo de todos estos años el responsable de ahondar las políticas de entrega de los recursos estratégicos de México al extranjero; y cuando a medidados del cuarto año de su sexenio miles de mexicanos siguen llamando presidente legítimo a Andrés Manuel López Obrador.

9. La estrategia electoralista de Los Pinos de pretender lucrar con el crimen político, convocando por enésima ocasión a un supuesto diálogo a las fuerzas de la oposición, quedó así una vez más desenmascarada, pues los únicos entusiastas en apoyarla, junto con los líderes del Verde y del Panal, fueron Jesús Ortega y los demás integranteschuchistas de la cúpula del PRD, que parece hundirse cada vez más en la infamia. A las reiteradas tomas de posición de rechazo de múltiples dirigentes priístas que repudiaron a Calderón, se sumó el propio López Obrador, quien ante los micrófonos de Carmen Aristegui en MVS indicó el miércoles 30 que acudiría al encuentro si Calderón aceptara por escrito comprometerse a un cambio de política económica y social, echando atrás las concesiones de la fibra óptica y modificando la política de medios.

10. La patética debacle del gobierno calderonista es absoluta, y no va a ser con la propaganda televisiva como se va a sacar al país de la gravísima crisis en la que se halla, sino con un profundo cambio de las políticas actuales.

jueves, 1 de julio de 2010

Los mayas supieron que donde habitaron hubo un inmenso océano, revela estudio

Expertos de la UNAM y el INAH analizaron 31 fósiles marinos descubiertos en Palenque

Hace 5 millones de años no existía lo que hoy es Centroamérica, sostiene Jesús Alvarado

Periódico La Jornada
Jueves 1º de julio de 2010, p. 8

Un estudio elaborado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) revela que los mayas supieron que la tierra en que habitaron fue, millones de años atrás, un inmenso océano.

Gracias al análisis de 31 fósiles marinos descubiertos hace 68 años en la zona arqueológica de Palenque, Chiapas, investigadores de ambas instituciones hallaron que la cultura maya usó simbólica y físicamente diversos vestigios para ampliar su conocimiento sobre el primigenio ecosistema acuático que formó esta zona.

Los fósiles más antiguos que se utilizaron para este estudio tienen 63 millones de años y corresponden al paleoceno. Pero también hay de otros periodos.

Colapso en el continente

Cuando construyeron Palenque, hace más de mil 200 años, los mayas incluyeron en las representaciones de sus dioses elementos de especies marinas: dientes de tiburón, espinas de mantarraya y fósiles de peces y moluscos.

En un comunicado, la UNAM informó que en ese trabajo, en el que colaboran desde 2007 Martha Cuevas García, del INAH, y Jesús Alvarado Ortega, del Instituto de Geología, se han estudiado los fósiles marinos mediante microscopía de barrido, detección de huellas químicas y análisis físicos para conocer la composición de materiales como huesos y estuco. Además, los investigadores usaron pruebas de sonoluminiscencia, fluorescencia y difracción de rayos X.

Los fósiles objeto de estudio se encontraron en Palenque en 1952, cuando el arqueólogo Alberto Ruz Lhuiller descubrió el Templo de las Inscripciones.

Los arqueólogos hallaron que dientes de tiburón y espinas de mantarraya fueron depositados como parte de las ofrendas que se hacían durante los funerales.

La presencia de estos elementos era una conexión entre los dos mundos: el marino y el terrestre, apunta la investigación del INAH y la UNAM.

Los mayas utilizaron estos fósiles durante el periodo clásico tardío, entre los años 600 y 850 dC.

A partir de trabajos de prospección paleontológica, los especialistas comprobaron que las rocas que contenían los fósiles marinos y los materiales utilizados para la construcción de Palenque eran los mismos.

El terreno sobre el que se asientan las ruinas es prácticamente plano, pero se tienen indicios de que los pobladores de esa ciudad maya modificaron la estructura de la región al extraer lajas, y fue entonces cuando los mayas encontraron los vestigios.

De acuerdo con Jesús Alvarado, hace 5 millones de años no existía la parte terrenal que hoy se conoce como Centroamérica. Esta zona estaba conformada por pequeños islotes y formaba corredores que permitían pasar a los organismos vivos; por ello, hay una mezcla singular del norte y del sur, y no es homogénea.

Agregó que el cambio del ecosistema marino a terrestre ocurrió por la dinámica de la Tierra: un choque entre el norte y el sur de América provocó movimientos en las placas tectónicas que modificaron los niveles continentales respecto del mar. Este colapso favoreció la formación de una zona territorial intermedia.

La investigadora del INAH sostuvo que la existencia de los vestigios nutrió la concepción maya de una ciudad marina asociada al inframundo.